Las sospechas de que la muerte de la argentina Camila Behrensen, de 24 años, y el chileno Pablo Guzmán, de 25, hayan sido consecuencia de un homicidio, cada vez toma mayor fuerza. Ambos cadáveres fueron encontrados el pasado 1 de octubre en Kansas City, Estados Unidos, donde eran estudiantes de postgrado.

Ambos cuerpos presentaban traumatismos y fueron identificados luego de que se apagara un incendio en el apartamento que compartían, donde los bomberos fueron alertados poco antes de las 5 AM del sábado 1 de octubre, según informaron las autoridades del estado de Misuri.

Detectives del departamento de homicidios y de incendios colaboran en la investigación, para la que ofrecen una recompensa de US$25.000, a cambio de información. 

“Debido a que es una investigación activa, generalmente no compartimos detalles sobre el caso para proteger la integridad de la misma”, según consignó la BBC Mundo, en base a declaraciones de la policía de Kansas City, que aclaró que “los detectives han estado en contacto con miembros de las familias de las dos víctimas”.

Varios medios de EE.UU. informaron sobre una presunta investigación de la policía de un dispositivo de asistencia virtual Alexa (de Amazon), que supuestamente estaba en el apartamento de las víctimas y que pudo haber grabado pistas sobre lo ocurrido.

Al respecto, en comunicación con BBC Mundo, la policía de Kansas aclaró: “Esa es una información que no fue suministrada por nuestro departamento”.

Camila Behrensen, era oriunda de Buenos Aires.

Los dos jóvenes eran investigadores predoctorales, de manera que el centro de estudios de posgrado del Instituto Stowers, especializado en investigación médica, donde estudiaban emitió un comunicado en el que se solidarizó con ambas familias: “Nuestros más sentidos pésames para sus familiares. Durante estos momentos difíciles queremos honrar y recordar el trabajo excepcional que los dos han realizado”, dice el texto. 

Quiénes son los dos científicos que fueron encontrados muertos 

Camila Behrensen, oriunda de Buenos Aires, había estudiado biotecnología en Argentina e investigaba los cambios metabólicos de las moscas de fruta. Por una beca estudiaba en EE.UU. 

Según su perfil en la página web del Instituto Stowers, Camila era corredora de media distancia, había participado en carreras de 800 y 1.500 metros y confesaba “estar ansiosa por vivir sola en un país diferente”.

Pablo Guzmán, la otra víctima de Santiago de Chile.

Por su parte, Pablo Guzmán, era de Santiago de Chile, había estudiado bioquímica en su país y se encontraba investigando el desarrollo del sistema nervioso de las estrellas de mar.

Era un investigador consagrado que había ganado el premio a mejor estudiante de bioquímica en 2020 y a quien sus maestros recuerdan como “un alumno excepcional, destacado no solo académicamente, sino también por sus cualidades personales que lo hicieron muy querido entre sus compañeros y profesores”, según informó la prensa chilena.