El delicado estado de salud de la reina Isabel II de Inglaterra disparó en las últimas horas las alarmas en el Reino Unido. La monarca de 96 años permanecía este jueves bajo vigilancia médica en el castillo de Balmoral (Escocia). Tras un examen, los médicos expresaron su “preocupación por la salud de su majestad”, según informó Buckingham en Royal.uk. Pero el país está preparado en caso de que la monarca fallezca.

El diario británico The Guardian, hace poco más de cuatro años, publicó documentos oficiales de carácter secreto en los que se revelaba el proceso que se debería seguir el día de la muerte de la máxima autoridad real y cómo sería la sucesión de actos, cuyo costo superaría las cien millones de libras.

La operación "London Bridge is down" (el Puente de Londres está caído) se iniciaría en el momento en el que se confirmase la defunción de la monarca. 

Con esas cuatro palabras, el secretario privado de la reina comunicaría la noticia a través de una línea de teléfono reservada a la primera ministra, Liz Truss, y con las que se desataría una respuesta inmediata. 

Antes de que la novedad fuese comunicada a la población y empezase a correr por las redes sociales, el Centro de Respuesta Global del Ministerio de Exteriores británico informaría a los gobernadores generales de las 15 naciones que comparten con el Reino Unido a la monarca como soberana, además de a las autoridades de los otros 36 países que conforman la Commonwealth, antiguamente denominada Mancomunidad Británica de Naciones.

¿Cuántos días de luto se establecerían y cómo serían las pompas fúnebres?

El Gobierno británico decretaría nueve días de luto oficial en el Reino Unido. Durante las ocho primeras jornadas, se celebrarían las procesiones ante el féretro. Se prevé que más medio millón de personas podrían llegar presentar sus respetos.

Y, durante el noveno dia de luto, el Big Ben haría sonar su campana con un tono más solemne de lo habitual a las 9.00. Dos horas después, daría comienzo el funeral en la Abadía de Westminster, que sería retransmitido a escala internacional. Una vez finalizado el acto religioso, el cuerpo de la reina sería trasladado hasta Windsor, donde quedaría enterrado en la cripta real del castillo, informó Sport.es al citar la publicación de The Guardian.

Un protocolo que también alcanza a los medios de comunicación

La notificación del deceso sería enviada a la Press Association, la agencia de noticias más antigua de Gran Bretaña, por un canal restringido.

Los programas de radio y televisión harían una pausa poniendo videos de un cisne, bailarines o de una producción artística y, una vez unidos todos los medios a la transmisión de la señal de la BBC 1, darían la noticia en conjunto, con un mecanismo de comunicación previamente ensayado. Los medios privados no tendrían esa obligación.