Durante el mes de febrero, la subvariante BA.2 de Ómicron se transformó en la cepa que mayor preocupación generó en el mundo por su predominio. BA.2 comenzó a propagarse en noviembre del año pasado desde Sudáfrica y llegó a países como Dinamarca y Reino Unido.

Por esta razón, los investigadores están atentos a la evolución de esta subvariante altamente transmisible conocida como BA.2. Y si bien el consenso de los expertos coincide en asegurar que no parece tener la capacidad de impulsar una gran nueva ola de infecciones, esta cepa podría dificultar los tratamientos.

A medida que muchos países relajan sus medidas de prevención contra el coronavirus basándose en el descenso de casos, muchos expertos consideran que esa situación podría facilitar que BA.2 impulse un nuevo aumento de contagios.

Un informe publicado el pasado 10 de marzo por investigadores británicos, sugirió que esto ya puede estar sucediendo en las zonas donde comenzaron a reportarse aumentos de infecciones con esta nueva subvariante.

En simultáneo, los registros de varios países europeos y de China muestran que las infecciones por Covid-19 volvieron a escalar para convertirse en una preocupación para las autoridades sanitarias.

La variante Ómicron y su subvariante BA-2 son las responsables de los contagios masivos. Por ejemplo, entre el 2 y el 10 de marzo los contagios diarios de coronavirus en Alemania subieron un 19%, en Italia un 17% y en Austria un 25%. Las cifras han crecido tanto en Alemania que motivaron a que el ministro de Salud germano, Karl Lauterbach, calificara la situación como “crítica”.

La variante Ómicron fue descubierta en noviembre, y rápidamente quedó claro que el linaje viral ya existía como tres variedades genéticamente distintas. Cada rama de Ómicron tenía su propio conjunto de mutaciones únicas. En ese momento, el más común era BA.1, que se extendió de forma rápida por todo el mundo.

Y si bien en un principio BA.1 era mil veces más frecuente que BA.2, desde comienzos de 2022, BA.2 comenzó a encontrarse en una mayor proporción de nuevas infecciones.

Varios estudios hallaron que BA.2 es incluso más transmisible que BA.1. En Dinamarca, por ejemplo, los científicos examinaron la propagación de ambas subvariantes en los hogares, y descubrieron que las personas infectadas con BA.2 tenían muchas más probabilidades de infectar a las personas con las que compartían una casa que aquellas con BA.1. En Inglaterra, los investigadores descubrieron que, en promedio, le tomó menos tiempo a alguien con BA.2 infectar a otra persona, lo que aceleró su propagación en las comunidades.

A principios de 2022, BA.2 se estaba volviendo más común en varios países. Para febrero, se había vuelto dominante en todo el mundo, desplazando a BA.1, que alguna vez fue dominante.

Pero los epidemiólogos llevaron algo de calma porque dudan que BA.2 impulse un nuevo aumento masivo de contagios a nivel global. Además, los expertos aseguraron que esta subvariante no generaría cuadros más graves e indicaron que las vacunas existentes funcionan en su contra.