La segunda edición del Domingo de la Palabra de Dios no fue celebrada este fin de semana por el papa Francisco, afectado nuevamente por un problema de ciática.

La liturgia, ante un grupo reducido de alrededor de cien fieles, en observancia de las vigentes normas sanitarias, fue presidida por el arzobispo Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización.

El sumo pontífice, que por la inflamación en el nervio ciático ya había tenido que renunciar a los ritos en la basílica el pasado 31 de diciembre y el 1º de enero, recitó el Ángelus a las 12, como estaba previsto, en streaming desde la biblioteca del Palacio Apostólico. Al término de la misa, fueron entregadas algunas copias de una edición particular de la Biblia a algunas personas en representación de varias categorías.