Este miércoles se produjo una masacre que generó una gran conmoción en Brasil. Un joven de 25 años entró con un hacha a un jardín de infantes y asesinó a cuatro alumnos, de entre 3 y 7 años. No obstante, una maestra escondió a un grupo de alumnos en un baño para que no sean hallados por el atacante y así evitó que el número de víctimas no sea mayor.

El hecho ocurrió en las últimas horas en un jardín de infantes en el municipio de Blumenau, en el sur de Brasil, donde un sujeto, identificado como Luiz Henrique de Lima, ingresó con hacha en sus manos y atacó a los chicos que se encontraban en el patio del establecimiento educativo.

Tras la masacre, se fueron conociendo más detalles de lo sucedido dentro instituto. Uno de ellos fue el rápido accionar de Simone Aparecida Camargo para poder salvar a sus alumnos del ataque, que se cobró la vida de cuatro alumnos y dejó a ptros cuatro chicos, de entre 3 y 5 años, hospitalizados.

Según relató la educadora, desarrollaba sus tareas habituales como cada mañana y estaba a punto de llevar a sus alumnos al patio cuando comenzó a escuchar muchos gritos. Luego de ello, una maestra ingresó al edificio advirtiendo que un hombre con un hacha se metió a la escuela

Inmediatamente la docente, quien está a cargo de niños más pequeños de la guardería, no dudó en llevarlos rápidamente a una de las habitaciones del establecimiento y esconderse junto a ellos. "Encerré a los bebés en una habitación y me encerré con ellos. Cuando salí, él (el criminal) ya no estaba. Es una escena que nunca imaginas ver en tu vida”, señaló.

En su testimonio, la maestra explicó que el asesino saltó la pared del instituto y una vez en el patio atacó a los estudiantes de la clase de preescolar con un hacha. En ese momento de desesperación indicó que "no sabía que era lo que estaba pasando", realmente.

"Cuando escuché los gritos, estaba encerrada en mi habitación con los bebés más pequeños. Los encerré en el baño y pude pedir ayuda. Era desesperante porque no sabíamos qué estaba pasando. Cuando salí de la habitación, él se había ido", explicó la profesora.

Según reconstruyeron las autoridades, el atacante llegó al establecimiento en una moto luego de presuntamente haber asaltado una estación de servicio. Una vez allí se trepó por uno de los muros e ingresó al patio, donde se produjo los asesinatos.

Por último, con la masacre consumada, el hombre de 25 años volvió a trepar la pared, pero para huir del establecimiento. Unas horas después se presentó en una sede policial, confesó los crimenes y fue detenido.