La sociedad brasileña está conmocionada por la masacre ocurrida este martes en un jardín de infantes de la ciudad de Saudades, en el estado Santa Catarina, donde un joven de 18 años mató a machetazos a dos maestras y a tres bebés, entre seis meses y dos años.

A medida que avanza la investigación de la Justicia, trascendieron nuevos detalles de los brutales asesinatos. Según pudieron reconstruir los investigadores, el adolescente entró en la mañana del martes al establecimiento estatal Aquarela y ejecutó a sus víctimas con un arma blanca que luego fue secuestrada por la policía.

Fuentes policiales informaron que llegaron al lugar a las 10.35 (hora local) tras recibir varios llamados de los vecinos, quienes reportaban la presencia de un joven armado con un machete que había entrado al jardín de infantes y atacaba al personal.

El agresor, cuya identidad no trascendió, atacó primero a una maestra, identificada como Keli Adriane Aniecevski, de 30 años, que estaba en la entrada del establecimiento. Después de perseguirla hasta las aulas, la mató a puñaladas y después siguió con los tres bebés, entre seis meses y dos años.

También hirió a una agente educativa, Mirla Renner, de 20, que murió horas después mientras era asistida por los médicos; y causó heridas leves a un cuarto nene.

El machete utilizado por el agresor y que luego fue secuestrado por la policía (Gentileza AFP).

Según medios internacionales, al momento del ataque había varias decenas de nenes en el jardín, que fueron obligados a esconderse por las autoridades. 

“Escuchaba los gritos de ayuda”, dijo a la agencia de noticias AFP una empleada que estaba cerca del establecimiento al momento del ataque. Y agregó: “Salí y vi a mis compañeros pidiendo auxilio: Por favor, llame a la policía, entró un tipo armado y está matando a los niños’, suplicaba”

Luego de concretar los asesinatos, el adolescente se autoinfligió heridas en el cuello, abdomen y tórax, por las que continúaba internado en gravísimo estado en un hospital.

Al hacer un recorrido por el lugar, la secretaria municipal de Educación, Gisela Hermann, expresó: “Entramos y vimos una escena de terror. Chicos en el piso, sangre por todos lados”.

Medios locales aseguraron que el jardín estaba semivacío a raíz de que no está permitido más de 35% de presencialidad en las escuelas por la pandemia, en una región que continúa desde febrero en colapso sanitario con alta ocupación de camas de terapia intensiva.

El agresor quedó hospitalizado tras autoinfligirse heridas en el cuello y abdomen (Gentileza AFP).

Saudades, donde ocurrió la masacre, ocurrió a casi 150 kilómetros de Bernardo de Irigoyen, ciudad misionera que forma parte de la denominada “frontera seca” con Brasil.