Lilibet Lili Diana Mountbatten-Windsor nació el 4 de junio en el Hospital Santa Barbara, según lo confirmó un vocero de la pareja. Haciendo historia como la primer miembro de la familia real británica en nacer fuera del Reino Unido, el nombre de la pequeña ya está en boca de todos, como también su rol en el drama de la corona.

Luego del nacimiento de Archie, su primer hijo, Megan y Harry decidieron abandonar los castillos británicos por los rascacielos estadounidenses. Despojándose de sus títulos en marzo de 2020, la pareja prefirió criar a su hijo en los Estados Unidos, lejos de las presiones reales y las actitudes racistas de los medios de comunicación ingleses.

Ya establecida su mudanza en Montecito, California, la feliz pareja anunció a principios de este año su segundo embarazo. Con una tierna foto en blanco y negro se confirmó la espera el 14 de febrero, la misma fecha elegida por la princesa Diana para hacer público el embarazo de Harry.

¿Título de princesa?

Después de su distanciamineto de la familia real, Megan y Harry participaron de una entrevista con la famosa conductora de televisión Oprah Winfrey. Durante la charla, donde se revelaron fuertes detalles de la vida de Megan en el Palacio de Buckingham, la duquesa de Sussex acusó a la reina de negarle el título de príncipe a su hijo por racismo.

La acusación fue categóricamente negada por la realeza, quienes desempolvaron como evidencia una ley de 1917 donde se especifican los criterios para asignar títulos en la familia británica. 

El decreto señala que solo los hijos, nietos y bisnietos que provienen de la línea más directa de sucesión al trono gozarán de títulos. Esto reduciría los príncipes y princesas a los cuatro hijos de Isabel II, Carlos, Ana, Andrés y Eduardo, al igual que su descendencia, pero en práctica se realizaron algunas excepciones.

En 2012, la reina decretó que todos los hijos del príncipe William y su esposa Kate Middleton serían príncipes y princesas. Es por eso que George, Charlotte y Louis hoy cuentan con los títulos reales.

La misma gracia no se extendió a los descendientes de Megan y Harry, algo que la duquesa atribuye a discriminación por raza. En conclusión, ni Lili ni Archie Mountbatten-Windsor son altezas reales a los ojos de la corona británica.

Derecho al trono

A pesar de esto, tanto Lilibet como su hermano mayor ocuparon con su nacimiento un puesto en la línea al trono de Inglaterra. La beba quedó en octavo lugar y Archie en séptimo, al no ser descendiente directa del heredero al trono.

Los siete primeros puestos se mantienen sin cambios: el primero es para su abuelo, el príncipe de Gales; luego su tío, el duque de Cambridge; sus tres primos, George, Charlotte y Louis; luego su padre Harry; y finalmente su hermano Archie Mountbatten-Windsor.