Un ciudadano francés sufre una enfermedad extremadamente extraña, que aún no tiene nombre, que hace que las paredes de sus arterias se peguen, provocando una "isquemia", esto es, un paro o insuficiencia de la circulación sanguínea en un tejido o un órgano.

Teniendo en cuenta los padecimientos de una enfermedad incurable que lo tiene postrado en su cama desde los últimos dos años, Alain Cocq decidió que iba a transmitir su agonía a través de Facebook.

A pesar de que hombre de 57 años solicitó "el derecho a una muerte digna" en una carta dirigida al presidente Emmanuel Macron, el mandatario galo le negó permiso para que un médico le aplique un barbitúrico. 

"Su deseo de solicitar ayuda activa para morir no está permitido actualmente por las leyes de nuestro país", le contestó Macron, quien se basó en la ley francesa Claeys-Leonetti, que solo autoriza la sedación profunda para los enfermos terminales.

El caso de Alain Cocq es debatido en todo el mundo.

La enfermedad degenerativa de Cocq avanzó a pasos agigantados y actualmente está "encarcelado en su cama con un sufrimiento insoportable", según declaró Jean-Luc Romero-Michel, presidente de la Asociación por el Derecho a Morir Dignamente, además de adjunto al ayuntamiento de París a cargo de los derechos humanos y la lucha contra las discriminaciones.

Romero-Michel visitó a Cocq en su domicilio, en Dijon, hace dos días para manifestarle su apoyo, y afirmó que éste mantiene la plenitud de sus capacidades mentales, pero que es totalmente dependiente en el plano físico, y recibe la ayuda de cuatro personas para todas sus necesidades, incluida la higiene personal.

"Desde hace veinte años se han hecho sondeos y el 85 por ciento de los franceses están de acuerdo con la legalización de la eutanasia y el suicidio asistido, de la izquierda a la extrema derecha de Marine Le Pen, cuyo electorado apoya la iniciativa en un 95%", resaltó el especialista.

La imagen de Alain Cocq, notoriamente desmejorado.

La respuesta de Facebook y el bloqueo a su cuenta

A pesar de todas las explicaciones y la realidad de Cocq, Facebook decidió bloquear el último sábado la tranmisión en vivo anunciada.

" Facebook me bloquea la difusión de vídeos hasta el 8 de septiembre. La pelota está en vuestro campo", anunció Cocq en su cuenta.

El francés calculó que tardará como mucho unos cuatro o cinco días en fallecer, aunque su entorno cree que podría ser bastante menos tiempo, en vista del deterioro de su estado, por lo que el bloqueo hasta el día 8 impuesto por la mencionada red social significa que probablemente no podrá cumplir su plan de retransmitir en directo el proceso por esta vía.

"Aunque respetamos su decisión de querer atraer la atención sobre esta compleja cuestión, en base a los consejos de expertos, hemos tomado medidas para impedir la difusión en directo en la cuenta de Alain, pues nuestras normas no permiten la representación de intentos de suicidio", afirmó una fuente de Facebook.

Las normas de Facebook contra los contenidos relacionados con el final de la vida

Los posteos vinculados con el suicidio asistido, el final de la vida o la automutilación están sometidos a una serie de normas para conciliar seguridad de los usuarios y libertad de expresión, como refleja el caso del francés Alain Cocq.

El equilibrio es delicado para esta red social, que cuenta con 1.800 millones de usuarios, y es a veces acusada de no poner los medios suficientes para evitar la difusión de contenidos violentos o chocantes.

Estas normas se han reforzado con el tiempo, tras una serie de casos que generaron escándalo, como el fallecimiento en 2017 en Reino Unido de Molly Russell: una adolescente de 14 años que se suicidó tras haber visionado contenidos relativos a la automutilación y al suicidio en Instagram, filial de Facebook.

"Con el objetivo de promover el entorno de seguridad en Facebook, suprimimos cualquier contenido que aliente el suicidio o la automutilación, incluidas algunas imágenes explícitas (...) que según los expertos podrían incitar a ciertas personas a adoptar un comportamiento similar", adviertió la red en sus normas.

A pesar de esto, estas mismas normas le dan el visto bueno a "las fotos o los videos que muestran en un contexto noticioso a una persona que ha cometido suicidio", así como también a  "fotos o videos sobre una persona que ha sido objeto de eutanasia o suicidio asistido en un contexto médico".

En cada una de las circunstancias, se pone un mensaje de advertencia en el cual se afirma que el material publicado es para mayores de 18 años.

"Se nos ha informado por parte de expertos que no deberíamos suprimir videos de automutilización en directo mientras los familiares o afines a la víctima puedan aún intervenir", suele indicar Facebook.

El conmovedor testimonio de Alain Cocq