¡Las últimas horas! Muerte de Liam Payne: previo a su deceso consumió 13 botellas de whisky, 13 gramos de cocaína y dos "acompañantes"
La investigación en torno a la muerte del cantante de One Direction arrojó nuevos detalles sobre el cóctel de drogas y alcohol que habría ingerido antes de morir.
A medida que avanza la investigación por la muerte de Liam Payne, exintegrante de la banda británica One Direction, se descubren nuevos e impactantes detalles sobre las horas previas a la tragedia. Esta semana, se dio a conocer el listado de bebidas alcohólicas y drogas que el cantante consumió antes de morir.
Su fallecimiento a los 31 años, tras caer desde el tercer piso de un hotel en Buenos Aires el pasado 16 de octubre, dejó en evidencia la difícil situación que Payne atravesaba con sus adicciones. Poco a poco, se van conociendo detalles sobre las sustancias que llevaron a que el joven perdiera el conocimiento segundos antes de la caída.
Según el medio estadounidense, TMZ, el 15 de octubre, un día antes de su fatal accidente, Payne realizó varios pedidos de alcohol para su habitación. En la noche, solicitó cuatro botellas de whisky, y unas ocho horas después, hizo otro pedido de cinco botellas más. Es decir, que consumió nueve botellas antes de morir.
Si bien ese grado de consumo tuvo injerencia en el estado perturbado en que se encontraba Payne, no fue lo que lo mató. Los investigadores que trabajan en el caso, pudieron comprobar que el cantante de One Direction también había solicitado drogas a varias personas.
Según el medio estadounidense, Liam había pedido a un empresario argentino seis gramos de cocaína, los cuales le fueron entregados rápidamente. Más tarde, el mismo empresario le pagó a dos prostitutas que fueron a la habitación de Payne, y luego aseguraron que el cantante se negó a abonarles por sus servicios.
En medio de la tensa situación por la falta de pago, el cantante también pidió siete gramos adicionales de cocaína a un empleado del hotel.
La autopsia reveló que al momento de su muerte, el británico tenía restos de crack, cocaína, metanfetamina, ketamina, MDMA y benzodiazepinas en su organismo. Este combo nocivo provocó un estado de inconsciencia en el joven, quien finalmente perdió el control y cayó desde la ventana del tercer piso del hotel.