La nave espacial china no tripulada, Chang’e 5 logró posarse este martes en la Luna, que había partido la semana pasada el satélite natural para recoger rocas y otras muestras de la superficie lunar.

Según informó la agencia estatal Xinhua, que citó a la Administración Espacial Nacional China la nave se posó en el satélite sin incidencias. La investigación ayudará a los científicos a entender mejor los orígenes de la Luna, su formación y la actividad volcánica en su superficie. 

Si China logra regresar a la Tierra las muestras de rocas y polvo será el tercer país que ha extraído objetos de nuestro satélite, sumado a Estados Unidos, que lo hizo en los años 1960 y la antigua Unión Soviética en la década de los 70.

Alunizaje del Chang'e 5.

Las muestras se relevarán cerca del Mons Rümker, un macizo montañoso situado a una altura de más de 1.000 metros, en la cara visible del astro lunar.

A diferencia del programa soviético, por el cual la sonda efectuaba directamente el trayecto Luna-Tierra después de recoger las muestras, China utilizará un método más arduo.

La sonda Chang'e 5 pesa 8,2 toneladas y tiene cuatro partes: un orbitador (que permanecerá en órbita lunar), un módulo de aterrizaje (que alunizó en el satélite), un módulo de ascenso (del suelo hacia la órbita lunar) y una cápsula de regreso (hacia la Tierra).

El procedimiento de recolección de muestras en la Luna

 

La sonda va a recolectará dos kilos de material de la superficie en una zona inexplorada conocida como Oceanus Procellarum (Océano de las tormentas), una vasta llanura volcánica visible desde la Tierra, donde excavará la superficie lunar hasta llegar a unos dos metros de profundidad.

Las rocas se colocarán primero en el módulo de ascenso, que deberá alcanzar la órbita lunar y luego acoplarse al orbitador, antes de ser transferidas a la cápsula que deberá aterrizar en la región china de Mongolia Interior (norte), según la NASA. Así, se espera que la nave recoja el material en un día lunar, el equivalente a unos 14 días en la Tierra y regresará en una cápsula.


China invirtió miles de millones de dólares en su programa espacial, con la esperanza de contar con una estación espacial tripulada para 2022 y, eventualmente, enviar humanos a la Luna.

No es la primera vez que este país lanza una nave espacial a la Luna en el marco del programa Chang'e. Ya logró hacer aterrizar pequeños robots teledirigidos, los llamados "Conejos de Jade", en 2013 y 2019.