Un increíble historia de vida y superación se volvió viral en las redes. Un joven de 26 años se convirtió en millonario tras innovar con la venta de anillos realizado con cucharas de la casa de sus padres.

El protagonista de esta increíble historia es Tristen Ikaika, un joven que logró transformar su pasatiempo en una empresaria multimillonaria. Todo empezó a los 12 años cuando el ahora empresario logró plasmar su idea: convertir las cucharas de su casa en anillos exclusivos.

Ikaika fue perfeccionando su trabajo en silencio y durante los primeros años él era el único que tilizaba los anillos que creaba. No obstante, su vida cambió para siempre cuando subió una foto a Instagram.

El joven Tristen Ikaika se volvió millonario gracias a las cucharas y tenedores que robaba de la cocina de su casa (Imagen redes sociales).

Según explicó el joven, en ese momento, tenía 19 años y luego de terminar la secundaria no sabía que hacer con su vida. “Cuando tenía 19 años, era joven, ingenuo y estaba en la ruina; necesitaba dinero”, contó Tristen en una nota con la revista Forbes.

En la imagen que subió Tristen a su cuenta de Instagram se podía ver los anillos que usaba y uno de sus seguidores le consultó dónde los había comprado. Ante esta consulta, al joven se le ocurrió empezar a comercializar sus creaciones . “Tal vez podría compartir esta pasión y hacer anillos para las personas que habían estado preguntando”, señaló.

El joven decidió sacar a la venta una edición limitada de sus anillos exclusivos hechos a mano y con cucharas. “Pensé que vendería anillos una vez, ¡no pensé que estaba lanzando un negocio de siete cifras!”, aseguró el empresario, quien reveló que la primera tanda de anillos se agotó en cuestión de minutos y tuvo una ganancia de 4 mil dólares.

En poco tiempo, convirtió su pasatiempo en una marca y unos meses después empezó a contratar empleados. No obstante, tuvo que sobrellevar algunas situaciones que lo marcaron en su vida como la operación de corazón de su padre y cuando a su madre le detectaron cáncer de mama.

En los años siguientes, Ikaika viajó por el mundo recolectando cucharas y tenedores para convertirlos en anillos, sabiendo que le daría a sus colecciones una ganancia aún mayor. De a poco fue perfeccionando aún más su labor y pudo invertir en la fabricación, cambiando de anillos hechos a mano a hechos a máquina, y marketing.

En 2016, fue invitado al programa televisivo Shark Tank, donde presentó su emprendimiento a los inversores. Tras una gran presentación, solicitó una inversión de US$ 250,000 por el 5% del negocio. Luego de unas feroces negociaciones, el joven empresario se fue con el dinero que había solicitado al venderle el 15 % de su marca al mismísimo de Kevin O' Leary. Actualmente, el negocio de joyería de Tristen está valorado en más de US$ 1,6 millones