El testimonio de Martha Sepúlveda conmovió a Latinoamérica cuando pidió ser la primera paciente con diagnóstico no terminal en recibir la eutanasia, a la que finalmente no pudo acceder. Sin embargo ahora, un juzgado ordenó al Instituto Colombiano del Dolor que le notifique la hora y el día en que se le practicará el procedimiento que le pondrá fin a su vida. 

¿Pero cuál es la historia de esta mujer y qué la llevó a tomar esa difícil decisión?  Sepúlveda nació en Medellín, se define como una mujer católica y a sus 51 años generó controversia al decir públicamente que quería terminar su vida de forma "digna" a través de la eutanasia.

Desde hace tres años padece de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y la enfermedad ya le quitó sin posibilidad de caminar. Además, de acuerdo a lo que ha comentado en numerosas entrevistas, el dolor es constante y le agota poco a poco toda su energía.

Martha Sepúlveda en uno de sus cumpleaños. 

Su testimonio a la cadena Noticias Caracol provocó tal repercusión, que decidió evitar las redes sociales e ignorar los comentarios que podrían llegarle sobre su iniciativa.

“No quiero sufrir más, estoy cansada. Estoy literalmente sin fuerzas. Luchar qué. ¿Luchar? Lucho por descansar más bien”, había dicho en ese entonces, y agregó: “Dios no me quiere ver sufrir a mí y yo creo que a nadie. Ningún padre quiere ver sufrir a sus hijos”.

El pasado 22 de julio, la Corte Constitucional colombiana anunció la extensión del cubrimiento del derecho fundamental a morir dignamente a los pacientes no terminales. Sepúlveda lo solicitó de inmediato: el 27 de julio.

La mujer junto a su hijo, Federico.

El 6 de agosto le fue aprobada la eutanasia y lo que siguió fue definir la fecha. En primer lugar, lo pidió el próximo 31 de octubre, pero luego recalculó y decidió adelantarlo. Sin embargo, su lucha a morir con dignidad se vio truncada cuando el instituto que iba a llevar adelante el procedimiento decidió cancelarlo.

Aquella situación gneró malestar. Martha había dispuesto sus últimos días para disfrutar con Federico, su único hijo. En tanto que había hablado con su abogada y había dado de baja todo lo que estaba a su nombre: cuentas bancarias y de servicios. 

Todo se detuvo, hasta en las últimas horas, cundo un juzgado de Medellín, Colombia, ordenó poner fecha y horario para la muerte digna. La decisión es el resultado de un acción de tutela, un recurso jurídico extraordinario que ampara derechos fundamentales, fallada en favor de Sepúlveda, afectada por una esclerosis lateral amiotrófica (ELA), a quien el Instituto le canceló la eutanasia aduciendo razones controvertibles.

Para el juez Omar Vásquez, del Juzgado 20 de Circuito Civil de Medellín, el Instituto Colombiano del Dolor le vulneró a Sepúlveda su derecho a morir dignamente, dado que cumplía con los "requisitos" para acceder a ese procedimiento.

Tanto el gobierno de Iván Duque, a través del Ministerio de Salud, como la iglesia católica han puesto interrogantes sobre el derecho a la eutanasia esbozando todo tipo de argumentos, pese a que la Corte Constitucional amplió este año la posibilidad de que las personas con enfermedades graves e incurables accedan al derecho a morir dignamente.

Cabe destacar que en Colombia la eutanasia fue despenalizada en 1997, y 18 años más tarde, en 2015, logró convertirse en ley. De acuerdo con la BBC, se han realizado más de 157 intervenciones desde aquel entonces. Además, la Corte Constitucional de ese país permitió que el derecho a una muerte digna se extienda a los pacientes que padezcan un “intenso sufrimiento físico o psiquitco” por causa de una lesión o enfermedad incurable.

Finalmente, Sepúlveda podrá pronto descansar en paz como lo desea desde hace tiempo. No se irá sola, lo hará con el amor y el apoyo de sus familiares y amigos hasta último segundo.