Cuando se trata de logros deportivos, todos los países suelen celebrar sus merecidas victorias en las calles. Banderas, tumultos, cánticos, bailes, fuegos artificiales, todo eso puede verse cada vez que sucede algo como esto. Para refrescar la memoria, algo similar se vivió en Argentina luego de la consagración en la Copa América el pasado 10 de julio.

En este caso, nos trasladamos a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, ya que el equipo de Rugby 7 de Fiji obtuvo la medalla dorada tras derrotar a Nueva Zelanda por 27 a 12. Tras partir como uno de los favoritos por su anterior consagración en Río 2016, sus doce deportistas pudieron revalidar la gloria de hace 5 años.

En su momento, las celebraciones en las calles fueron impresionantes, incluso el gobierno sacó un billete de 7 dólares con la foto del equipo luciendo el oro olímpico. Así es como se viven estos logros en Fiji, un país oceánico que es más chico que la provincia de Tucumán y cuenta con 900.000 habitantes.

En este caso, no iban a ser menos y, para muestra un botón, los jugadores celebraron con sus medallas, cantando a más no poder el himno nacional y finalizaron con una canción de góspel, esté clásico género relacionado con las iglesias evangélicas afroamericanas. Este acto por parte del plantel, luego de dejar todo en el terreno de juego, fue visto como un modo de homenajear su cultura y su fe. “Hemos vencido. Hemos vencido. Por la sangre del cordero y por la palabra del Señor. Hemos vencido”, entonaron luego de que se les entregaran sus merecidas medallas.

Estas canciones tan relacionadas con esta religión, adquirieron una gran popularidad en la década del ´30 y consisten en, como su nombre lo indica, invitar a las personas hacia Dios. En este país, el cristianismo, hoy de gran influencia, fue introducido por los misioneros en el siglo XIX, precisamente en el año 1835. Menos de doscientos años después, casi dos tercios de su población (64%) profesan esta religión. A su vez, incorporaron como parte de su cultura que todos los domingos deben estar enteramente dedicados a Dios, por lo que no se trabaja.

Recordemos que Fiji eliminó en semifinales al equipo argentino, por un marcador de 26 a 14. Días más tarde, el equipo dirigido por Santiago Gómez Cora, obtuvieron la medalla de bronce.

Mientras tanto, las calles se inundaron de cánticas, alegría, bailes y banderas. Recordemos que cinco años atrás el gobierno emitió ese mencionado billete, habrá que ver con qué nos sorprende ahora.

Esta es la segunda medalla de Fiji en su historia olímpica. ¿La primera? En el mismo deporte pero en los juegos de Río 2016, cuando el rugby inauguró el medallero del país oceánico.

Así cantaron góspel