Un joven, de 19 años, fue protagonista de una situación dramática en Reino Unido, ya que acudió al médico porque sufría dolores de espalda y lamentablemente perdió la vida a las pocas semanas. Para sorpresa del muchacho y toda su familia, el malestar se debía a un cáncer que estaba muy avanzado.

El profesional de la salud le informó al adolescente británico que la enfermedad tenía un alto grado de avance y ya era irreversible cuando acudió por la dolencia. Tras la primera consulta, el paciente transitó sus últimas semanas de vida junto a sus seres queridos.

En todo el mundo suelen ocurrir historias médicas muy dramáticas, debido a que un chequeo médico de rutina, a veces puede revelar una condición que el paciente no conocía y permanecía oculta.

Algunas ocasiones, el diagnóstico temprano permite salvar al paciente y da lugar a comenzar un tratamiento, pero en otras oportunidades no queda tiempo para atacar la enfermedad.

Así fue el caso de Carl Scott, un joven que visitó al médico por un simple dolor de espalda que lo venía maltratando desde varios meses. Sin embargo, el muchacho no estaba preparado para escuchar que los análisis dieron malos resultados.

Lamentablemente, Scott tenía un sarcoma que se había esparcido en todo el cuerpo. Se trata de un tipo de cáncer que no revela síntomas durante su fase inicial, ya que se origina en los huesos y en los tejidos blandos.

Es habitual que los pacientes que llegan al hospital por las molestias que genera esta enfermedad, ya tienen un estado muy avanzado.

Por su parte, la madre del joven británico señaló: "Fue al hospital por dolores de espalda, así que escuchar que tenía cáncer fue un gran shock".

"Estaba realmente afectado, no tuvo tiempo para procesarlo realmente. Le rompió el corazón", agregó Claire Abraham ante el portal inglés Chronicle Live.

Como se mencionó, Carl falleció a las tres semanas de su primera consulta al médico y la mamá describió que lo que ocurrió "todavía no parece real".

"Era todo un personaje, solía hacerte reír todo el tiempo. También era cariñoso y afectuoso. Era un niño al aire libre. Siempre quería salir con sus amigos", señaló respecto al adolescente que murió y generó una fuerte conmoción en Reino Unido.

Cabe mencionar que en un principio, los especialistas del hospital Freeman de la ciudad británica de Newcastle creyeron que Scott tenía un cáncer testicular que estaba afectando su zona lumbar.

Sin embargo, los médicos descubrieron que padecía un sarcoma alveolar, el cual ya había hecho metástasis en su cuerpo.

“Todo estaba tan borroso y no tuvimos tiempo de asimilar mucho. Nunca había oído hablar del sarcoma. Llegué a casa y lo busqué en Google y me di cuenta de lo malo que era”, agregó su madre sobre la dolencia.