La Cámara de Diputados de Brasil, con participación del bloque oficialista, le dio un duro revés al presidente Jair Bolsonaro y rechazó la enmienda constitucional para cambiar el sistema de urna electrónica que había sido puesto en duda por el jefe del Estado, que incluso ordenó un desfile militar ayer en demostración de fuerza antes de esta votación.

La enmienda constitucional, que se votó anoche, necesitaba de dos tercios, unos 308 votos, para ser aprobada y el oficialismo logró 229 votos contra 218 en contra, con lo cual fue archivada.

El presidente impulsaba un voto impreso paralelo al de las urnas electrónicas, pero se transformó en las últimas semanas en una bandera de Bolsonaro para denunciar que iba a sufrir fraude en 2022, elecciones para las cuales aparece favorito en las encuestas el expresidente Luiz Inácio Lula da SIlva, del Partido del Los trabajadores.

Diputados del Partido Progresista y del Partido Liberal, dos importantes bloques oficialistas, también votaron en contra para enterrar la iniciativa durante los debates del martes por la noche.

La discusión incluyó una imagen inédita desde el fin de la dictadura en 1985: más de 1.500 vehículos miliares, entre ellos tanques y blindados en mal estado de conservación, pasaron por la Plaza de los 3 poderes de Brasilia frente a la Casa de Gobierno, el Congreso y la corte suprema como parte de un acto protocolar de la Marina.


"Estirar la soga ya pasó de todos los límites", dijo el bolsonarista presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, quien había propuesto la votación luego de que Bolsonaro insultara  al titular de la corte electoral, Luiz Barroso.

Lira es uno de los jefes del bloque llamado Centrao que es el principal sostén del presidente, cuya popularidad ha caído desde marzo al igual que sus chances a la reelección.

Bolsonaro afirmó que la elección de 2022 no será confiable

El mandatario se expresó tras la votación en el congreso. "Tendremos elecciones que no serán confiables", afirmó Bolsonaro, que dijo que "la mayor parte de la población está a favor" de cambiar el sistema de urna electrónica pese al rechazo de un proyecto de ley a tal fin anoche en la Cámara de Diputados.

Bolsonaro dijo que quienes no votaron o votaron en contra "fueron chantajeados" por el Tribunal Superior Electoral debido a que tienen causas abiertas en el Supremo Tribunal Federal (STF), la corte suprema de Brasil.

"La mitad votó a favor de nosotros, una parte se abstuvo y otros votaron chantajedos, por miedo de represalias", afirmó Bolsonaro.

Bolsonaro admitió que carece de pruebas pero que hubo hackers que se hicieron "un pic-nic" dentro del sistema electoral para evitar su victoria en la primera vuelta en 2018.

Ante seguidores en el Palacio de la Alvorada, Bolsonaro también fustigó al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y sostuvo que el Partido de los Trabajadores (PT) está apoyado por "el narcotráfico y las FARC".

"No tuvimos 308 votos pero sí hubo demostración de que la mitad del Congreso dio un gran recado a Brasil: ellos no creen en la limpieza de las elecciones", dijo.

Volvió Bolsonaro a insistir en que existe una conspiración comunista llevada adelante por el Foro de San Pablo, el espacio común de la izquierda latinoamericana, frente al avance de Lula en las encuestas para las presidenciales de octubre de 2022