Uno de los países más tecnológicos y avanzados del mundo es Corea del Sur, dueño de una cultura ejemplar y costumbres atractivas para los extranjeros, sin embargo, también posee una "página negra" con la existencia de Kim Sun-ja, la temible envenenadora que mató a seis personas entre 1986 y 1988.

Nacida en diciembre de 1939 en la ciudad de Rinpon-namdu (en ese momento bajo el dominio del imperio japonés), Kim se dedicó al trabajo de la agricultura en su familia y desde joven formó pareja (su esposo era pintor) y tuvo tres hijos en Sindang-dong. Sin embargo, el salario de su marido era escaso, y además recayó en deudas del juego, lo cual lo llevó a tener muchos acreedores.

En octubre de 1986 comenzó la cadena de asesinatos por parte de esta mujer, y su primera víctima fue su amiga Kim Gye-hwan (49 años), a quien le dio de beber algo con cianuro, y minutos más tarde, murió en el hospital por dificultades para respirar. En tanto, a la víctima le robaron el collar y anillo, pero la policía no encontró ninguna prueba que vinculara a Kim Sun-ja con el crimen.

Meses después, la asesina conoció a Jeon Soon-ja (50) a quien le pidió dinero prestado, y en un viaje que ambas realizaron a Yeongdeungpo, la segunda víctima comenzó a quejarse de que su bebida y se cayó de su asiento en el micro que las llevaba, la llevaron a un hospital cercano, pero poco después murió.

Más muertes a manos de Kim Sun-ja

Ya en febrero de 1988 le sugirió a Kim Soon-ja (46), otra acreedora de la pareja que vivía en Sindang-dong, que fueran juntas a una cafetería para que Soon-ja pudiera recibir dinero de un deudor, ya que Kim le pidió dinero a Soon-ja tiempo atrás y aceptó ir con ella.

Soon-ja bebió un Yulmu-cha envenenado, lo que la hizo vomitar camino a casa en el taxi, la criminal dijo que mejoraría si tomaba más de la bebida saludable, pero Soon-ja, que sospechaba de su comportamiento, ignoró su sugerencia. Kim le devolvió el dinero más tarde e incluso visitó su casa para preguntarle si estaba bien, por lo que en esta ocasión no pudo terminar con su cometido.

En 27 de marzo de 1988, Kim tomó el autobús interurbano junto con su padre, Kim Jong-chun (73), que regresaba a casa después de visitar a unos familiares, ella le dio una bebida envenenada y pronto se desmayó en el autobús debido al cianuro. Jong-chun fue llevado a un hospital cercano, pero los médicos no pudieron salvarlo.

En abril de ese mismo año, Kim le dio una bebida envenenada a su hermana menor mientras esperaban en la parada de autobús de Hwayang-dong. Al igual que las víctimas anteriores, Kim había pedido prestado dinero a su hermana. La menor de las Kim se cayó en el autobús urbano debido al envenenamiento, fue llevada a un hospital cercano, pero sucumbió al cianuro. Kim le robó el bolso y joyas.

Detención y juicio a la asesina

En agosto de 1988, la matadora se encontró con su prima de 46 años, Son Si-won, en una cafetería de Sungin-dong. Kim pidió prestados unos millones de wones (moneda surcoreana), aparentemente para un depósito necesario para comprar una casa, y luego le dio a su prima una bebida envenenada. Son Si-won se desplomó repentinamente mientras viajaba en autobús hacia Seobinggo-dong, fue llevada al hospital y posteriormente murió.

Tras varias pistas y una fuerte investigación, la policía surcoreana detuvo a Kim Sun-ja, acusada de envenenar a familiares y acreedores, en tanto, la policía realizó autopsias a cuatro personas que murieron en circunstancias sospechosas y encontró ácido cítrico en tres de los cuerpos.

La asesina negó las acusaciones, pero aun así, la policía registró su casa para encontrar pruebas, y las autoridades encontraron joyas y dinero en efectivo robados a una fallecida. Además, al día siguiente de haber asesinado a Son Si-won, Kim depositó un cheque en una cuenta en la sucursal de Sadang-dong del Banco CHB, y fue identificada como la culpable.

Además, la policía encontró en la vivienda mucho cianuro, que Kim había utilizado para los crímenes, y según los investigadores, se lo había comprado a un sobrino que trabajaba en una empresa química, con el pretexto de cazar faisanes. La criminal negó las acusaciones durante el juicio, pero fue condenada a muerte por el Tribunal Supremo en 1989, por lo cual el 30 de diciembre de 1997 fue ejecutada en la prisión de Daejeon.

POR G.A.