Historias del crimen: ¿Quién fue James Kelly, el "posible" Jack el destripador"?
Si bien solo se conoce la autoría del crimen de su esposa, los historiadores británicos y estadounidenses sospechan que este sujeto podría ser el famoso criminal que asoló la ciudad de Londres a finales del siglo XIX.
Cuando se estudia la historia criminalística de Inglaterra, el primer sujeto que aparece en la mira es "Jack el destripador", quien es dueño de cientos de historias y hasta el día de hoy se desconoce su real identidad. Sin embargo, en esa época y lugar también erigió la figura de otro criminal que se llamó James Kelly, quien es sospechoso de haber sido el legendario asesino.
Kelly nació en abril de 1860 en la localidad de Lancashire y como su madre no podía mantenerlo, esto lo dejó a cargo de su abuela Therese, de hecho, la madre se desentendió del niño, pero le legó una suma valuada en 20.000 libras a ser administrada por una reserva fiduciaria, de la cual él podría disponer al cumplir los 25 años.
En 1878, comenzó a trabajar como tapicero y a los 20 conoció a Sarah Brider, quien era una moza recatada, de familia católica y trabajadora, tanto es así que Kelly se fue a vivir con su mujer y suegros.
A pesar de quedar sin trabajo, en julio de 1883, se casó con su novia en ceremonia religiosa celebrada en la parroquia de San Lucas, pero que terminó con una final terrible, ya que las pelas por celos y presuntas infidelidades eran comunes.
Crimen confirmado de James Kelly
Las contiendas eran tan grandes que el 21 de junio de 1883, el tapicero sacó una navaja con la cual rasgó profundamente el cuello de su mujer. El sujeto fue detenido por la policía, pero días más tarde su mujer murió como consecuencia de las heridas recibidas.
Kelly fue imputado de homicidio, especialmente agravado, luego de que el primer médico forense que lo examinase lo encontró perfectamente apto. A pesar de las apelaciones de la defensa, en agosto de ese año parecía estar destinado a morir en la horca.
Sin embargo, el doctor W. Orange, superintendente del hospital psiquiátrico de Broadmoor, lo examinó y lo declaró como insano, situación que lo salvó de la pena de muerte y pasó a cumplir pena de confinamiento por tiempo indefinido dentro de aquel asilo.
Por cinco años, el asesino se mostró como un interno modelo, pero todo se trató de una farsa para hacer bajar la guardia a sus captores, y con astucia y paciencia, modeló un trozo de metal, fabricó una llave con la cual abrió la puerta principal del asilo y se escapó en enero de 1888.
¿El verdadero “Jack el destripador”?
El escape hizo que la policía lo busque de forma frenética para restituirlo al hospital, pero no pudieron encontrarlo en los presuntos lugares que pudiera estar. Casi como una película de acción, Kelly estuvo prófugo por casi cuarenta años, hasta que en 1927 retornó por propia voluntad al asilo de Broadmoor, rogando que lo admitieran. Esta fue su última reclusión y vivió dos años más, ya que el 17 de septiembre de 1929 expiró a causa de neumonía lobular doble, según consta en su certificado de defunción.
Durante los dos últimos años de su vida en los que permaneció enclaustrado, James Kelly escribió unas memorias en las que confiesa haber sido Jack el Destripador, además, en su propio diario personal reconoce que estaba escondido en Londres entre los meses de agosto y noviembre de 1888, o sea, desde el inicio hasta el término de la matanza.
Sin embargo, un estudio realizado para el documental titulado "Jack, el destripador en América", indica que el matador de prostitutas sería este hombre. La principal sospecha le recae por ser considerado un asesino psicótico que escapó del asilo psiquiátrico de Broadmoor en Inglaterra y que habría viajado, luego del cese de los asesinatos en Gran Bretaña, hacia Estados Unidos.
Los indicios que atraen las suspicacias son que, estando en Norteamérica, se produjo el asesinato de una prostituta con las mismas características que los de Londres. A su vez, en una carta dirigida a un diario, un anónimo remitente declaraba ser Jack el Destripador y amenazaba con consumar un nuevo crimen.
Esa advertencia periodística se formuló con anterioridad a que fuera masacrada en la habitación de un hotel de Nueva Jersey la meretriz Charlie Brown en abril de 1891, otra posible víctima del Destripador y, según esta hipótesis, de James Kelly.
POR G.A.