Mientras el Imperio Austrohúngaro expandía su territorio a base de conflictos bélicos a finales del siglo XIX y comienzos del XX, un soldado devenido en asesino serial se cobró la vida de unas 23 mujeres y el amante de su esposa (entre 1900 y 1914), y lo más terrible es que su paradero nunca fue descubierto por la policía o el ejército.

Nacido a finales de julio de 1877 en la ciudad de Budapest (hoy Hungría en ese época Imperio Austrohúngaro) y si bien poco se sabe de su infancia, provenía de una familia de buen pasar y esto le permitió ser el dueño de una fábrica de hojalata en el pequeño poblado de Czinkota, en la cual vivía con su esposa María y el ama de llaves, llamada Jakubec, sin embargo, su mujer lo dejó para irse un artista de nombre Paul Bihari, aunque no pudo llegar muy lejos.

En el transcurso de esos años y hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914, se produjeron las muertes de al menos 23 féminas (incluyendo a su esposa) y del amante de su mujer, si bien la muerte de los amantes podría llegara explicarse por una situación de celos, se desconocen los motivos por los cuales asesinó al restos de las víctimas.

Uno de los libros que se escribieron sobre el asesino.

El asunto es que los hechos sucedidos en el tiempo recién fueron descubiertos en 1916, cuando en pleno conflicto bélico desatado en Europa, las tropas utilizaron el combustible que Kiss guardaba en su inmenso granero para combatir en el frente. Sin embargo, al revisar los grandes bidones de metal que tenía el combustible, se dieron cuenta de que habían 24 cuerpos desintegrados en su interior, que correspondían a 23 mujeres estranguladas y un hombre.

Bela Kiss participó en la Primera Guerra Mundial (Archivo).

La investigación pasó a manos de las autoridades locales, quienes buscaron a Kiss pero este se encontraba en el frente de batalla junto al ejército, pero además les permitió descubrir que el sujeto había adoptado una identidad falsa con el apellido Hoffman, quien le enviaba cartas a mujeres (que no tenían familia o nadie las buscaría), les prometía casamiento, las invitaba a su casa y ahí las estrangulaba.

Los cadáveres fueron hallados en tambores de combustible (Archivo).

Mientras tanto, Kiss fue herido en una batalla y terminó hospitalizado en Serbia, lugar donde fueron a buscarlo para detenerlo, pero nuevamente usurpó otro nombre de un soldado muerto para escapar de las autoridades imperiales. En principio, fue dado por muerto pero al descubrirse que no era el sujeto que buscaban, siguió el operativo para hallarlo aunque sin resultados positivos.

Los cuerpos de las víctimas fueron encontrados en la casa de Bela Kiss (Archivo).

Se dice que primero fue visto en la ciudad rumana de Bucarest, luego que había muerto de fiebre amarilla en una región de Turquía, y algunos llegaron a afirmar que estaba en la Legión Extranjera de Francia, pero estos datos nunca pudieron ser confirmados. Lo último con lo que se especuló es que fue visto por un detective en la ciudad de Nueva York, pero lo cierto, es que Bela Kiss mató a 24 personas y nada más se supo de él.

POR G.A.