Las primeras décadas del siglo XX no solo dejaron una Guerra Mundial, una profunda depresión económica o cambios geográficos en el mundo, sino que también trajo aparejado una serie de personajes siniestros que fueron tapa de los periódicos de aquella época en varias naciones.

Uno de esos tantos sujetos nefastos sembró el miedo y la muerte en Irán e Irak en la década del 20 y comienzos del 30, donde violó y asesinó a 33 menores y es considerado como uno de los peores criminales de Oriente Medio.

Su nombre era Ali Asghar Borujerdi, conocido de forma local como "Asghar el Asesino", y nació en 1893 en la ciudad iraní de Borujerd y fue criado en una familia de varios integrantes que tenía una importante historia de ilícitos, entre ellos el robo y asesinato.

Lo cierto, es que tanto su abuelo como su padre (Zulf Ali y Ali Mirza) tenían expedientes abiertos por robo de caravanas y muerte en diversas localidades de su nación, El padre de Asghar era tan buscado por la brigada persa, que fue encontrado por estos y ejecutado con su esposa.

Asghar Borujerdi: ataques en Irak

Establecido en Irak junto a sus hermanos, Asghar se dedicaba a vender nueces y dátiles a las personas, pero cuando los clientes eran niños o adolescentes, este joven delincuente les robaba y en algunos casos abusaba de ellos, con lo cual con solo 14 años, Asghar estuvo en la cárcel por abuso en Bagdad.

Al ser menor de edad, la estadía en la cárcel fue corta y pronto fue liberado por las autoridades locales y volvió a la venta ambulante, aunque otra vez reincidió en sus hechos y terminó nuevamente en la prisión, aunque esta vez con una condena de 9 años por abusar de algunos menores de edad.

El iraní dejó muertos por doquier (Archivo).

Lejos de recuperarse en todo sentido en la cárcel, Asghar recuperó su libertad a los 27 años y en ese período comenzó el raid de muerte por parte de este sujeto, quien se dice mató a 20 jóvenes y escapó a su Irán natal.

Con el instinto asesino a flor de piel, se trasladó hasta la capital Teherán, donde volvió a su oficio de vendedor ambulante, con lo cual nuevamente se le abrió la posibilidada de conocer niños y adolescentes, quienes eran engañados por el asesino con promesas laborales y terminaban decapitados o mutilados en sectores alejados de la ciudad.

Allanamiento y detención

A partir de 1933 y con la policía iraní cercando sus pasos, comenzó la debacle de Asghar Borujerdi, ya que un chico perdido en una localidad cercana a Teherán, dijo haber encontrado un cuerpo mutilado de otro menor y ante la inspección de los agentes del orden, no solo hallaron el cuerpo sin cabeza denunciado, sino también otros dos menores enterrados cerca del lugar, a quienes también le faltaban las cabezas.

Tiempo más tarde, los cadáveres siguieron apareciendo y el temor se apoderó de la capital iraní, lo cual hizo que la policía local trabaje de forma intensa para dar con el paradero del criminal.

Asghar Borujerdi fue ahorcado en la prisión (Archivo).

Es por eso que diversos allanamientos se llevaron adelante en pozos, aljibes y lugares profundos para intentar dar con otros cuerpos, hasta que en marzo de 1933 todo se clarificó, y es que en la región sur de Aminadab, la policía halló a un vendedor de frutos secos y dátiles a quien se le consultó por sus datos personales.

Lo que el asesino no supo es que una ropa ensangrentada y un cuchillo cerca lo delataría ante la policía, que al ver la situación lo interrogó, arrestó y llevó a la dependencia de Teherán. Asghar nunca confesó los hechos y justificó la sangre y cuchillo encontrado con un tema laboral, por lo que los efectivos fueron a su vivienda y hablaron con los vecinos del sitio, quienes dijeron haber visto varios niños entrando en la casa del sujeto, pero nunca salir por sus propios medios.

Tras un exhaustivo confesionario en la comisaría, Borujerdi admitió haber violado y matado a m{as de 30 niños en Irán e Irak, con lo cual en 1934 comenzó el juicio en su contra. La justicia local lo halló culpable de los episodios y fue condenado a muerte, con lo cual en julio de ese año, Asghar fue atado en sus manos y pies y fue colgado en la región de Top Khaneh, donde murió estrangulado en una larga agonía.

POR G.A.