Al menos ocho personas murieron en un bombardeo en un centro comercial de Kiev, por lo que su alcalde instauró un nuevo toque de queda desde este domingo y hasta el miércoles próximo a la mañana, mientras las fuerzas rusas intentaban rodear la capital.

Así quedó destrozado el centro comercial Retroville, en el noroeste de Kiev.

El ataque ocurrió en la madrugada del domingo en el paseo de compras Retroville, en el noroeste de Kiev, que fue alcanzado por una fuerte bomba que pulverizó los vehículos estacionados en el lugar. Además, dejó un cráter abierto de varios metros de largo frente al edificio de diez pisos, que quedó carbonizado.

En las últimas horas dieron a conocer las impactantes imágenes registradas por las cámaras de seguridad al momento del bombardeo. Tras el ataque, toda la parte sur del centro comercial quedó destruida, al igual que un gimnasio en el estacionamiento. 

A la noche anterior, los servicios de emergencia indicaron que "tiros enemigos" habían provocado un incendio en varios pisos del centro comercial, en el distrito de Podilski.

Los residentes de un edificio de apartamentos cercano, cuyas ventanas volaron por la explosión, dijeron que habían visto un lanzacohetes móvil cerca del centro comercial varios días antes.

Kiev fue blanco de numerosos ataques durante la semana pasada, incluyendo uno este sábado contra un edificio residencial que dejó cinco heridos. 

Desde que comenzó la guerra estimaban que casi 3,5 millones de ucranianos abandonaron el país, la mayoría hacia el oeste.

Hasta el viernes último, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos llevaba certificadas 2.246 bajas civiles en el país, incluidos 847 muertos y 1.399 heridos.

La oficina del Fiscal General de Ucrania informó el sábado que 112 niños murieron desde que comenzaron los combates, y otros 140 resultaron heridos.