Marli Donegá Tizura, de 53 años, falleció este miércoles tras ser víctima de un violento ataque animal. La mujer visitaba junto a su pareja la finca de éste, en San Pablo, cuando seis pitbulls se abalanzaron sobre la pareja, hiriendo fatalmente a la víctima.

La Policía Civil de Brasil informó que el conmocionante hecho tomó lugar a la madrugada, cuando la pareja volvía de una reunion con amigos para pasar la noche en la finca. Antes de salir al encuentro, ambos decidieron dejar libres a los perros. Cuando regresaron a la finca, los seis canes atacaron.

El hombre intentó defender a su pareja del ataque, resultando herido de gravedad en el proceso. Huyendo de la escena, logró alertar a algunos trabajdores que se encontraban en la finca de la emergencia antes de desvanecerse. Cuando los bomberos del municipio de Birigui se presentaron en la escena, la mujer ya estaba muerta. 

Su pareja fue derivado al hospital Santa Casa de Birigui por las mordidas que sufrió intentando detener a los perros, que lograron ser contenidos por un grupo de trabajadores de la finca.

El hijo de la víctima, Hugo Tizura, compartió a medios locales que su madre frecuentaba la finca de su novio, y ya conocía a los pitbulls: “El día que él no estaba trabajando, mi madre durmió en la granja. Tuvo contacto con los animales. Mi madre era una persona muy acogedora y estaba dispuesta a ayudar. Esta es la imagen que quedará”.

El tío de Marli, Alcides Paschoal, también lamentó la muerte de su sobrina, afirmando que la mujer fue "masacrada": “Fue una tragedia horrible, no se lo merecía. La vamos a extrañar. Era una persona a la que nadie podía culpar”, dijo.

La pareja de Marli sigue internado en el hospital Santa Casa de Birigui mientras que el caso está bajo investigación, caratulado como "muerte sospechosa".

En Argentina, los ataques de pitbulls continúan

Hace una semana, un hombre sufrió el voraz ataque de un perro de raza pitbull en el barrio cordobés de Yapeyú. El animal se escapó de la casa de la vecina y se lanzó sobre el transeúnte que regresaba del supermercado, mordiendo sus brazos. “Me atacó unas ocho o nueve veces. Yo pensé que me mataba”, comentó Juan Pérez, la víctima.

El cordobés perdió mucha sangre producto de las lesiones provocadas, necesitando dos días de internación en el hospital local para recuperarse. “Tengo muchas heridas, tengo desgarros y heridas que llegan hasta el hueso. Estuve a milímetros de una arteria”, explicó la víctima a la radio Arriba Córdoba.

En Ciudad de Buenos Aires, el Gobierno proteño puso en efecto la Ley 4078 de Perros potencialmente peligrosos, que obliga a los ciudadanos en posesión de perros pertenecientes a las razas identificadas por la ley a registrarse como propietarios.

"Regular la tenencia de perros potencialmente peligrosos y crear el registro de propietarios de los mismos, cuyo fin es la preservación de la vida y la integridad física de las personas y demás animales", establece el artículo 1 de la ley. Entre las razas determinadas peligrosas se encuentra el pitbull terrier, el doberman y el rottweiler.