El papa Francisco bautizó este domingo a trece niños en la Capilla Sixtina al encabezar la tradicional ceremonia dedicada a los hijos de empleados del Vaticano durante la que animó a las madres a amamantarlos "con toda libertad" en el lugar.

"El bautismo es como un cumpleaños, nos hace renacer en la vida cristiana", planteó el pontífice durante la ceremonia de este domingo en la sala pintada por Miguel Ángel y que es además el lugar de realización de los cónclaves en los que se elige al Papa.

En un clima distendido, Francisco animó además a las madres a amamantar a los chicos dentro de la sala enmarcada por la obra "Juicio Final" y les pidió que los dejen llorar sin problemas durante la ceremonia.

"Ahora están todos callados, pero quizás alguno empieza y como son todos sinfónicos lo seguirán: déjenlos gritar, déjenlos llorar. Quizás alguno llora de hambre: amamántenlos, con toda libertad", dijo Francisco.

Pidió rezar por las madres ucranianas y rusas

"No olvidemos a nuestros hermanos y hermanas de Ucrania. Sufren tanto por la guerra, esta Navidad en guerra, sin luz sin calor", lamentó el pontífice al dar su habitual mensaje semanal desde el Palacio Apostólico ante miles de fieles que lo siguieron en la Plaza San Pedro.

Y agregó luego: "Por favor no los olvidemos. Y hoy, viendo a la virgen que lleva al niño en el pesebre, pienso en las madres de las víctimas de la guerra, de los soldados que cayeron en esta guerra en Ucrania".

En ese sentido pidió por "las madres ucranianas y rusas, las dos, perdieron sus hijos". "Este es el precio de la guerra. Recemos por las madres que perdieron a los hijos soldados, sean ucranianos o rusos", enfatizó.