La ciudad francesa de Burdeos se vio revolucionada en los últimos días, cuando una extraña variante de coronavirus provocó preocupación en las autoridades sanitarias, quienes rápidamente tomaron cartas en el asunto y vacunarán a todos los habitantes de la zona. 

Las autoridades aseguraron que conocían la existencia de la variante pero era esporádica y nunca había provocado un foco de contagios significativo. Las infecciones en el barrio de una de las principales ciudades de Francia alcanzaron los 100 casos, cifra que llamó la atención por tratarse de un virus extraño, según informó la agencia regional de salud.

La variante fue denominada VOC 20L/484Q y su origen se remonta a la cepa inglesa, aunque incorpora modificaciones. Según Patrick Dehail, el asesor médico de la región, se trata de una “variante preocupante”, así como lo es la India.

Funcionarios de salud franceses indicaron que creen que el virus llegó al barrio y a las zonas aledañas por "dos cadenas de contagio". Además, la población afectada son en su mayoría jóvenes, niños y sus padres. Por otro lado, la sintomatología es parecida a la habitual y también hay positivos asintomáticos. Por el momento, ninguno de los afectados necesitó internación.

La inoculación en Francia para menores de 50 años será habilitada el 31 de mayo.

Por otro lado, las medidas tomadas por el Gobierno se encuentran la aplicación de un plan de inmunisación focalizado contra el Covid-19, y pretende alcanzar por lo menos a unos 8000 habitantes. Asimismo, con el propósito de acelerar la operación, se habilitará la venta de la vacuna Moderna en las farmacias de la zona.

La municipalidad de Burdeos anunció que instalará un vacunatorio que prevén que funcione a partir de este miércoles.

La mutación E484K, que está presente en la cepa en el barrio de Burdeos, es indicada como la responsable de reducir la inmunidad adquirida por una infección previa o por la aplicación de una vacuna en las variantes sudafricana y brasileña.

Sin embargo, el funcionario de salud Dehail se mostró cauto ante esta posibilidad ya que todavía “no había ninguna razón” para sugerir que la variante sea resistente a las vacunas de ARNm como las fabricadas por Pfizer o Moderna, o que cause una forma más grave de COVID-19.

Por último, el acceso a las vacunas en Francia, por ahora, se encuentra limitado a los mayores de 50 años aunque las personas fuera de este grupo etario pueden reservar turnos no utilizados. Esta medida cambiará a partir del 31 de mayo cuando todos los adultos podrán anotarse para recibir alguno de los inmunizantes disponibles.