La invasión de Rusia a Ucrania generó conmoción mundial y la reacción de los países de occidente no tardó en llegar. El pasado sábado, mientras transcurría el tercer día de enfrentamientos en el territorio ucraniano, la población de Estados Unidos y Canadá también manifestaron su repudio a las hostilidades ordenadas por Vladimir Putin: boicotearon la comercialización de vodka ruso.

En Canadá, las licorerías de la provincia de Terranova y Labrador anunciaron que dejarían de vender bebidas alcohólicas rusas. La Newfoundland Labrador Liquor Corporation (NLC), responsable de la importación, venta y distribución de alcohol en la provincia, anunció en Twitter que “retiraría los productos de origen ruso de sus estanterías”, y añadió: “Entre ellos están el vodka Russian Standard y el vodka Russian Standard Platinum”.

En respuesta a la crisis actual, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció sanciones contra 58 personas y entidades relacionadas con Rusia. También dijo que su país dejaría de emitir permisos de exportación para Rusia y que había cancelado cientos de permisos existentes por valor de más de 545 millones de dólares.

Por su parte, bares de distintos puntos de Estados Unidos comenzaron a retirar el vodka ruso de sus estantes y promocionar las marcas ucranianas. Bob Quay, propietario de Bob’s Bar en Grand Rapids, en Michigan, contó que como Estados Unidos está poniendo sanciones, él podía hacer lo mismo: eliminó de sus estantes la antigua marca soviética Stolichnaya y empezó a promocionar la ucraniana Vektor, según consignó Los Angeles Times.

A nivel gubernamental, Mike DeWine, gobernador de Ohio, ordenó al Departamento de Comercio del estado que cesara la compra y venta de Russian Standard, el único vodka ruso que se vende allí. En tanto, el gobernador de Nueva Hampshire, Chris Sununu, firmó una orden ejecutiva que exige a los establecimientos de venta de bebidas alcohólicas del estado que retiren el alcohol de fabricación y marca rusa.

Boicot deportivo contra rusia

El deporte no se mostró ajeno a la situación y la Asociación de Fútbol de Polonia anunció el sábado que su selección no participará del próximo partido de clasificación para el Mundial. El partido se iba a disputar en Rusia el mes que viene, dijo Cezary Kulesza, presidente de la Asociación de Fútbol de Polonia.

“Debido a la escalada de la agresión de la Federación Rusa hacia Ucrania, la selección nacional polaca no tiene intención de jugar el partido de repechaje contra Rusia”, escribió en Twitter.

Los jugadores de la selección polaca expresaron su apoyo a la decisión, entre ellos, el capitán y figura, Robert Lewandowski: “¡Es la decisión correcta! No puedo imaginarme jugar un partido con la selección rusa en una situación en la que continúa la agresión armada en Ucrania. Los futbolistas y aficionados rusos no son responsables de esto, pero no podemos fingir que no pasa nada”.

El pasado jueves, la FIFA emitió un comunicado que condenaba el uso de la fuerza por parte de Rusia en Ucrania y anunció que seguiría vigilando la situación. Aunque este domingo la Federación Francesa de Fútbol, a través de su presidente, fue un paso más allá: "Me inclino por una exclusión de Rusia del próximo mundial. Es mi primer impulso", sostuvo Noël Le Graët, titular de la entidad.

A nivel europeo, la UEFA confirmó el pasado viernes que trasladaría la final de la Liga de Campeones del 28 de mayo del Gazprom Arena de San Petersburgo a París.

En el ámbito del automovilismo, la Fórmula 1 anunció que retiró su carrera de Sochi, previsto para el próximo 25 de septiembre, tras la invasión de Ucrania: “Estamos observando los acontecimientos en Ucrania con tristeza y conmoción y esperamos una resolución rápida y pacífica de la situación actual”, dijo la Fórmula 1 en un comunicado.

Restricción del espacio aéreo

Luego del inicio del operativo militar en Ucrania, Rusia recibió una avalancha de sanciones por parte de varios países occidentales. Uno de los ámbitos más afectados es la aviación. 

Hasta el momento, entre los Estados que anunciaron el cierre del espacio aéreo son: Reino Unido, Polonia, República Checa, Estonia, Lituania, Letonia, Eslovenia, Rumania, Bulgaria,  Finlandia, Austria, Irlanda, Dinamarca, Islandia, Italia, Países Bajos, Francia, Noruega, Canadá, España y Portugal.

En esa línea, el pasado sábado por la noche se reportó que todos los países de la Unión Europea están listos para implementar la medida. Sin embargo, dicha información todavía no fue confirmada oficialmente.

Por otro lado, la aerolínea rusa S7 Airline dijo que cancelaría vuelos a muchos de sus destinos europeos hasta por lo menos el 13 de marzo. También Aeroflot, la aerolínea más grande de Rusia, anunció que cancelaría sus servicios a Letonia y Rumania hasta el 26 de marzo, y sus rutas de Praga y Varsovia hasta el 28 de marzo.

¿Qué es el sistema Swift y por qué Rusia será parcialmente vetado?

El SWIFT (Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales, en inglés), es la base del sistema financiero global desde 1973 y es utilizada por 11.000 bancos en 200 países o territorios para poder hacer transferencias. Se trata de un código con una combinación alfanumérica de entre ocho y once dígitos que se emplea para identificar el banco de destino de una transferencia bancaria internacional. 

Tras días de idas y vueltas por los efectos colaterales que podría tener sobre sus economías, las potencias occidentales acordaron el pasado sábado un veto a ciertos bancos rusos del sistema. “Esto asegurará que estos bancos sea desconectados del sistema financiero internacional y dañará su habilidad de operar globalmente”, expresaron en un comunicado firmado por la Comisión Europea, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Reino Unido y EEUU.

De la reunión participaron el presidente de EEUU, Joe Biden; el canciller alemán, Olaf Scholz;  el presidente francés, Emmanuel Macron; el primer ministro de Italia, Mario Draghi; el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; el primer ministro británico, Boris Johnson y la titular de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.

Esta medida comenzó a ser llamada la "opción nuclear", debido a las terribles consecuencias que podría tener para la economía rusa y para el valor de su moneda, el rublo. Pues será un gran obstáculo para el acceso a las divisas de sus exportaciones energéticas: el comercio de petróleo y gas representan más del 40% de sus ingresos.

Además de la exclusión de “ciertos bancos escogidos” del SWIFT, se anunciaron medidas adicionales: congelamiento de los activos del Banco Central de Rusia, y la suspensión de los "pasaportes dorados", que permiten a los rusos adinerados relacionados con el gobierno de Putin hacerse ciudadanos en determinados países para realizar operaciones e inversiones en los mercados occidentales.