Cuando un matrimonio se divorcia la situación nunca es fácil, es un momento triste ye este puede darse por un abanico interminable de motivos. Sin embargo, lo que ocurrió en Alemania le dio una vuelta de tuerca al triangulo amoroso, que fue descubierto por un motivo verdaderamente insólito.

Resulta que una mujer estaba en su casa, ubicada en la ciudad de Dusseldorf, cuando recibió una carta, una multa de tránsito, Seguramente luego de utilizar unas palabras no muy delicadas para expresarse, abrió el sobre y se encontró con una situación inesperada: una mujer estaba conduciendo su auto al momento de la infracción, pero no era ella.

Por supuesto que esperó a su esposo con cara de pocos amigos y luego de confrontarlo obtuvo la información que necesitaba, esa otra señora era su amante. Esto derivó en un juicio, puesto que tuvo que demostrar que, aunque efectivamente se trataba de su auto, no era ella quien conducía el vehículo. Para dar fe de esta afirmación utilizó dos argumentos contundentes: no se trataba de ella y, al momento de la infracción, no tenía licencia de conducir.

Ya en la corte, la amante de su marido se defendió a capa y a espada. "Mi cliente abrió la notificación de la multa en su casa. Ella conducía en el túnel de Rheinufer a una velocidad de 87 kilómetros por hora en lugar de los 60 kilómetros por hora permitidos. En la foto, ve una mujer al volante del coche alquilado por su marido y se asusta", relató la abogada de la acusada, Fatma Poyraz-Devrim.

El juez que tomó el caso decidió absolver a la esposa, dado que efectivamente pudieron constatar que era otra persona la que estaba al volante. En cuanto a la tercera en discordia, no se presentó a declarar ya que se encontraba fuera del país.

Esta situación posiblemente trajo a la mente de algunos la escena de la película “El Robo del Siglo”, en la que uno de las autores del hecho, “Beto” de la Torre, fue agarrado en plena vía pública mientras estaba “travesureando”, con otra mujer.

Al descubrir la infidelidad, quien en ese momento era su esposa, Alicia Di Tullio, decidió denunciar a su esposo como uno de los “malhechores”, lo que finalmente lo terminó llevando, por lo menos por un tiempo, tras las rejas. “No quiero saber nada con delincuentes. No me interesa la película, los medios ni lo que digan de mí. Enterré mi pasado y no tengo nada que decir”, declaró Di Tullio años después.