España, Noruega e Irlanda reconocieron formalmente al Estado de Palestina este martes, tal como habían anunciado que harían días atrás, con mensajes en los que destacaron la necesidad de alcanzar una solución de dos Estados para poner fin al conflicto de Medio Oriente. “Es una necesidad perentoria si queremos entre todos avanzar hacia la paz"

La decisión de España fue tomada por “una cuestión de justicia histórica con las aspiraciones legítimas del pueblo de Palestina”, según consideró el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una declaración institucional realizada a primera hora de la mañana.

El canciller José Manuel Albares confirmó más tarde en conferencia de prensa que se había realizado el reconocimiento durante una reunión de Gabinete. “Es una necesidad perentoria si queremos entre todos avanzar hacia la paz”, había dicho Sánchez más temprano.

El Estado de Palestina deber ser, en primer lugar, viable; con Cisjordania (Ribera Occidental del Jordán) y Gaza conectadas por un corredor y con Jerusalén Este como su capital, y unificados bajo el Gobierno legítimo de la Autoridad Nacional Palestina”, manifestó Sánchez, a la vez que matizaba que no reconocerán cambios en las líneas fronterizas de 1967 que no sean acordados por las partes.

Palestina fue reconocido en las últimas horas como Estado por España, Noruega e Irlanda.

Dada la polémica que ha levantado esta decisión en jornadas anteriores, el jefe del Ejecutivo español señaló que esta decisión no se adopta “contra nadie, menos aún en contra de Israel, un pueblo amigo al que respetamos, al que apreciamos, y con el que queremos tener la mejor relación posible”.

La semana anterior, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró en su cuenta oficial de X, antes Twitter, que este reconocimiento supone “premiar al terrorismo”.

Un planteamiento sobre el que Sánchez se ha posicionado en contra al declarar que esta decisión refleja su rechazo “frontal, rotundo a Hamas, que está en contra de la solución de los dos Estados”. Palabras a las que añadió su condena a los ataques terroristas del 7 de octubre como forma de expresar su “compromiso absoluto en la lucha contra el terrorismo”.