Un presentador de la corporación pública BBC del Reino Unido, cuya identidad no ha sido difundida, fue acusado de pagarle a un joven para que le enviara fotos sexualmente explícitas. El diario sensacionalista The Sun, medio que reveló el escándalo, señala este domingo que la madre del menor pudo ver a la estrella de la BBC en ropa interior "listo para que mi hijo actuase para él" en un vídeo.

De acuerdo con la principal hipótesis, se cree que el presentador habría pagado más de 35.000 libras, un aproximado de 45.000 dólares, al menor desde que este tenía 17 años hasta los 20, su edad en la actualidad. El chico, a cambio, debía mandarle imágenes sexuales, dinero con el que presuntamente la víctima costeó su adicción al "crack".

En la noche del sábado, la BBC separó de la pantalla al presentador. Si bien su identidad se desconoce, aparentemente se sabe que es un "rostro familiar" del canal público y que tiene un salario de seis cifras.

Pese a que la corporación británica ha declarado que "toma muy en serio" estas acusaciones, la compañía está recibiendo múltiples críticas al conocerse que la familia trasladó una queja en mayo pero el presentador ha seguido apareciendo en pantalla, según The Sun.

Lucy Frazer, la ministra de Cultura de quien depende la BBC, habló este domingo con Tim Davie, el director general de la corporación, sobre las "muy preocupantes acusaciones que implican a uno de sus presentadores", según dijo ella misma a través de Twitter.

La publicación de Lucy Frazer, la ministra de Cultura.
La publicación de Lucy Frazer, la ministra de Cultura.

(Davie) me ha asegurado que la BBC lo está investigando con rapidez y tacto", fue lo que publicó la ministra conservadora en su cuenta en la red social.

"Dada la naturaleza de las alegaciones, es importante que la se le dé a la BBC el espacio para llevar a cabo su investigación, establecer los hechos y tomar las acciones apropiadas", agregó.

Las críticas han llegado por el momento tanto desde la oposición laborista como desde las mismas filas de los "tories". La portavoz laborista de Economía, Rachel Reeves, declaró en Sky News que "lo preocupante es que alguien haga una denuncia, una denuncia muy grave, y que luego ponga la televisión al día siguiente y (el presentador) siga allí".

Para la diputada conservadora Caroline Dinenage, que preside el comité parlamentario que supervisa la BBC, "es vital que las televisiones tengan los sistemas y procesos correctos para garantizar que sus estrellas, que tienen un poder y una influencia desproporcionados sobre la vida de otros, no abusen de él".

Según dijo un portavoz de la BBC la corporación "tiene procesos para tratar de forma proactiva" con ese tipo de acusaciones, y ello incluye "tratar de hablar con aquellos que nos contactaron".

"Si no recibimos respuesta a nuestros intentos ni recibimos más contactos, eso puede limitar nuestra capacidad para progresar las cosas, pero no significa que nuestras investigaciones paren", continuó.

Ante las contundentes acusaciones, varias de las estrellas que trabajan en la corporación británica, como el ex futbolista Gary Lineker, se han apresurado a desmentir en sus redes sociales que fuesen ellos la persona investigada.