Hace más de un mes que las fuerzas de seguridad belgas se encontraban en alerta por la desaparición de Jurgen Conings, un soldado de extrema ideología que desapareció tras amenazar de muerte a varios de los principales virólogos del país. Las autoridades temían un posible ataque terrorista, pero sus miedos se dispersaron este domingo tras el hallazgo de su cuerpo.

Conings había dejado atrás a su esposa e hijos tras amenazar a Marc Van Ranst, virólogo de referencia en Bélgica, por estar en desacuerdo con las medidas tomadas contra la pandemia por coronavirus. El especialista fue trasladado a un lugar seguro cuando trascendió la noticia de la desaparición del militar, quien se llevó consigo uno o más lanzacohetes, un subfusil, una pistola y un chaleco antibalas.

Conings habría tomado las armas de la base militar donde trabajaba, bajo la excusa de querer practicar.

Medios locales indicaron que previo a su partida el fugitivo dejó dos cartas a su familia, en las que afirmaba que no podía seguir viviendo en una sociedad en la que políticos y virólogos “nos dicen cómo debemos vivir. En las mismas mencionaba varias veces a Van Ranst. Además, aseguraba conocer los riesgos de su “misión” y que no le importaba morir.

Las autoridades lo habían rastreado hasta el Parque Nacional Hoge Kempen, donde encontraron su auto y aún más armas que el militar decidió dejar atrás. Fue a pocos kilómetros de la ubicación de su Audi Q5 donde este domingo finalmente se dió con Conings.

Tras semanas de tensión, apareció muerto

A las 9.30 de la mañana, un cazador que pasaba por el parque se percató de un desagradable olor. Siguiendo el aroma a putrefacción, Leonard Houben se topó con el cuerpo de un hombre tirado contra un árbol. En declaraciones a la prensa local, el cazador mencionó que junto al cuerpo tabién avistó una pistola antidisturbios, un hacha, una navaja y demás municiones

Al final, Conings resultó haber muerto a pocos kilómetros de donde autoridades encontraron su Audi Q5 y una mochila del soldado que contenía provisiones, municiones y medicamentos. La principal teoría de los forenses es que el mismo Conings decidió acabar con su propia vida.

El ejército belga desplegó un intenso operativo para dar con el fugitivo.

El Jefe de Estado Mayor de la Defensa, Michel Hofman, confirmó en una rueda de prensa que efectivamente se trataba del cuerpo de Jurgen Conings. Desafortunadamente, este no es el resultado que esperábamosMis pensamientos están en primer lugar con su pareja y su familia, que han perdido a un ser querido para ellos", dijo Hofman. "Aún así, me sentí un poco aliviado al saber que no habrá otras víctimas".

Van Ranst, el virólogo que fue amenazado de muerte por el militar ultraderechista, contó al portal DeMorgen que la noticia le resulta agridulce: “Por un lado, esto es, por supuesto, un alivio, tanto para mí como para mi familia. Por otro lado, nunca es feliz cuando alguien muere. Jürgen Conings también tiene familia, una ex esposa e hijos. Esto es muy reciente para ellos. Lo que ha sucedido hoy no es nada que celebrar".

El Rambo Belga que se volvió viral

El caso de Conings no tardó en hacerse viral entre los círculos de extrema derecha y agrupaciones antivacunas de Bélgica. El movimiento se llegó a extender a otros países de Europa, donde el fugitivo buscado por la Interpol fue apodado como el “Rambo Belga” por sus imágenes vestido de militar, exhibiendo músculos y tatuajes.

Las muestras de apoyo incluyeron la creación del gurpo de Facebook "I love Jürgen Conings", donde se reunieron más de 50.000 miembros antes de ser dado de baja, y múltiples movilizaciones por parte de sus simpatizantes, quienes portaban carteles en apoyo del militar:

Pancarta en una de las marchas a favor de Conings, donde fue llamado héroe por simpatizantes de extrema derecha.

Quizás lo que más me quede grabado es que realmente hay personas que apoyan a Jürgen Conings en sus amenazas. Gente que realmente piensa que este hombre tiene toda la razón en que quiere matarme", agregó el virólogo Van Ranst en sus recientes declaraciones.