Las famosas cadenas de comida rápida suelen recibir quejas y reclamos de los clientes por mala atención o un pedido mal realizado. Sin embargo, a un joven empleado le quitaron la vida de un disparo porque habría servido una porción de papas fritas frías. El estremecedor caso sucedió adelante de todos los comensales en un popular comercio gastronómico de Estados Unidos. 

Se trata Mathew Webb, quien tenía solo 23 años y trabajaba en una sucursal de McDonald´s en Nueva York. En una situación con pocos precedentes, el empleado le entregó unas papas fritas frías y un violento cliente le metió un disparo con un arma de fuego.

Por otra parte, Michael Morgan, de 20 años, es el sospechoso principal del caso policial que estremeció a la ciudad más famosa de Estados Unidos.

Como consecuencia del aberrante asesinato a sangre fría, ahora enfrenta cargos por homicidio y posesión criminal de un arma. Esto se debe a que no estaba registrada de forma legal.

Según apunta el sitio ABC7 sobre el crimen, los testigos que lo presenciaron relataron a las autoridades que la madre de Morgan fue quien se quejó por las papas fritas frías con la víctima. Por este insólito motivo fue que confrontó al empleado Mathew.

Lejos de solucionarse rápido con un cambio de producto, la discusión por la guarnición comenzó a cambiar de tono y a elevarse para atraer la atención de todos los presentes en el local. 

Luego, la clienta fastidiosa llamó a su hijo para seguir con el polémico y violento reclamo. De esta manera, de un segundo a otro, el salvaje agresor primero le metió una patada en la cara a Webb para tirarlo al suelo. Momentos después sacó su arma de fuego y le disparó a quemarropa en pleno McDonal’s.

La víctima, que era oriundo del distrito de Queens, recibió el impacto de bala el pasado lunes 1 de agosto. El tiro le provocó una muerte cerebral y la familia tuvo que tomar la triste decisión de desconectarlo. Finalmente, el “crew” falleció el miércoles 3 de agosto.

Los antecedentes criminales del agresor del McDonal's

Ante el violento ataque, la policía acudió al local gastronómico y arrestó al joven atacante. Junto al él se llevaron esposada a la novia, Camellia Dunlap, de 18 años, quien también terminó acusada por portación ilegal de armas.

Cuando brindó su testimonio a los policías, Morgan reveló detalles sobre un crimen anterior al cometido en el local de comida rápida. Este otro delito lo había cometido el 21 de octubre de 2020 a tan solo seis cuadras de la sucursal donde asesinó al empleado.

Un dato no menor es que esta víctima anterior fue identificada como Kevin Holloman, de 28 años, y que sería primo de una persona que tenía conflictos con el agresor. Pese a que el objetivo principal de Morgan era el primo de la víctima, Kevin fue quien perdió la vida. 

En tanto, se espera que la Fiscalía a cargo del caso lleva adelante la investigación para avanzar con velocidad y que la Justicia logre condenar al atacante.