El papa Francisco se reunió con más de 100 cardenales de todo el mundo para debatir el futuro de la Iglesia
En el encuentro convocado por Francisco, que se lleva a cabo entre el lunes y el martes, se debatirán modificaciones que afectarán la Carta Magna vigente desde junio
El papa Francisco abrió este lunes la reunión extraordinaria de más de 100 cardenales de todo el mundo que dará forma a la nueva Constitución Apostólica "Prediquen el Evangelio" y a la que asisten tres representantes argentinos: Leonardo Sandri, Luis Héctor Villalba y Mario Poli.
En el encuentro convocado por Francisco, que se lleva a cabo entre el lunes y el martes, se debatirán cambios que afectarán la Carta Magna vigente desde junio, para avanzar en la conexión de Roma con el mundo católico a través de la evangelización.
El pontífice dio inicio al cónclave con un pequeño discurso introductorio en el Aula del Sínodo del Vaticano. La cita despertó algunos rumores en relación a su futuro en la Iglesia ya que la salud del Papa no es la mejor después de pasar semanas en una silla de ruedas por sus problemas de rodilla.
La reunión se convocó aprovechando el consistorio del pasado sábado, donde el pontífice nombró a 20 nuevos cardenales, incluidos cuatro latinoamericanos. Los miembros de la Iglesia fueron separados por grupos de idiomas para trabajar en reuniones doble turno: de 9 a 12 y luego desde las 16, informó el Vaticano.
En tanto, este martes a las 17.30 de Roma (12.30 de la Argentina), Francisco encabezará una misa en la Basílica de San Pedro a modo de conclusión a la cita internacional.
La nueva Constitución, en vigor desde el 5 de junio, modifica la estructura organizativa de la curia romana y sustituye a la Pastor Bonus, promulgada por Juan Pablo II en 1988, tras una redacción que llevó más de siete años de trabajo del Papa y su consejo asesor.
Entre otras cosas, abre la puerta a una mayor presencia de laicos y mujeres en la Iglesia, uno de los principales temas que se debate con los cardenales. Además, la nueva norma amplía el control, la vigilancia y las sanciones para evitar los abusos a menores en la Iglesia católica.