El papa Francisco pidió que se prohíba la gestación subrogada a nivel internacional y afirmó que la llamada "ideología de género" es "extremadamente peligrosa". Además, al dar un discurso frente al Cuerpo Diplomático en el Vaticano repasó la coyuntura mundial y consideró que los ataques a civiles en los conflictos abiertos en Ucrania y Gaza son "crímenes de guerra".

"El camino hacia la paz exige el respeto de la vida, de toda vida humana, empezando por la del niño no nacido en el seno materno, que no puede ser suprimida ni convertirse en un producto comercial", sostuvo este lunes Jorge Bergoglio ante embajadores de todo el mundo en la denominada Aula de las Bendiciones del Palacio Apostólico vaticano.

"Considero deplorable la práctica de la llamada maternidad subrogada, que ofende gravemente la dignidad de la mujer y del niño y se basa en la explotación de la situación de necesidad material de la madre", agregó luego el Papa.

"Por ello, hago un llamamiento para que la Comunidad internacional se comprometa a prohibir universalmente esta práctica", reclamó.

En ese marco, Jorge Bergoglio lamentó también "los intentos que se han producido en las últimas décadas de introducir nuevos derechos, no del todo compatibles respecto a los definidos originalmente y no siempre aceptables" que "han dado lugar a colonizaciones ideológicas".

El Papa aseveró que "ocupa un lugar central la teoría de género, que es extremadamente peligrosa porque borra las diferencias en su pretensión de igualar a todos". "Tales colonizaciones ideológicas provocan heridas y divisiones entre los Estados, en lugar de favorecer la construcción de la paz", añadió.

Bergoglio lamentó también "los intentos de introducir nuevos derechos, no del todo compatibles respecto a los definidos originalmente y no siempre aceptables".

Crímenes de guerra en Ucrania y Gaza

En el plano geopolítico, el sumo Pontífice analizó las guerras en Ucrania y Gaza y aseguró que "ya no parece observarse una distinción entre los objetivos militares y civiles, no hay conflicto que no termine de algún modo por golpear indiscriminadamente a la población civil. Los sucesos de Ucrania y Gaza son una prueba evidente de esto".

"No debemos olvidarnos de que las violaciones graves del derecho internacional humanitario son crímenes de guerra, y que no es suficiente con evidenciarlos, sino que es necesario prevenirlos", enfatizó y luego señaló: "Puede que no caigamos en la cuenta de que las víctimas civiles no son daños colaterales; son hombres y mujeres con nombres y apellidos que pierden la vida".

Francisco aprovechó el encuentro para repasar los conflictos en el mundo y trazar los objetivos de la Santa Sede para 2024, con referencias al cambio climático, a la Inteligencia Artificial y a la agenda social.

Tras condenar "cualquier forma de terrorismo y extremismo", consideró en su discurso que "no es este el modo en el que se pueden resolver las controversias entre los pueblos; es más, las hacen más difíciles. De hecho, lo que provocó fue una fuerte respuesta militar israelí en Gaza que ha traído la muerte de decenas de miles de palestinos, en su mayoría civiles, entre ellos muchos niños, adolescentes y jóvenes, y ha provocado una situación humanitaria gravísima", desarrolló Bergoglio.

En ese marco, reiteró su llamado "a todas las partes implicadas para que acuerden un alto el fuego sobre todos los frentes, incluso en el Líbano, y para la inmediata liberación de todos los rehenes en Gaza". "Confío en que la Comunidad internacional promueva con determinación la solución de dos Estados, uno israelí y uno palestino, así como también un estatuto especial internacionalmente garantizado para la Ciudad de Jerusalén, de modo que israelíes y palestinos puedan por fin vivir en paz y con seguridad", reclamó.

Además del conflicto en Medio Oriente, se centró en lo que consideró "los casi dos años de guerra a gran escala de la Federación Rusa contra Ucrania". "No se puede dejar que se prolongue un conflicto que se va gangrenando cada vez más, en perjuicio de millones de personas", reclamó sobre la guerra iniciada en febrero de 2022.

Luego el Papa exigió soluciones a las crisis migratorias abiertas en el mundo, especialmente en el Mediterráne y se refirió también a los avances obtenidos en la cumbre climática COP28 de fines del año pasado: "Hay desastres que también son atribuibles a la acción o la negligencia humanas y que contribuyen gravemente a la actual crisis climática, como la deforestación de la Amazonia, que es el pulmón verde de la tierra".

Para Francisco, "la crisis climática exige una respuesta cada vez más urgente y requiere la plena implicación de todos, así como de toda la comunidad internacional".