Muchas personas esperan con ansias que llegue el 14 de febrero para festejar San Valentín. En todo el mundo se celebra este día en honor a este Santo y las parejas aprovechan para demostrarse su amor y mostrar su costado más romántico.

Regalar flores, bombones, escribir mensajes de amor y demostrar el mayor afecto posible es un poco de lo que acostumbra a hacer este día. Sin embargo, hay lugares en los que las tradiciones no son de color rosa y pueden describirse como macabras.

Esto último sucede en México, donde San Valentín se celebra mediante el sacrificio de un animal muy conocido: el colibrí. Sucede que en muchas culturas este pájaro es sagrado, y se cree que sacrificarlo en San Valentín atrae a la persona deseada. 

Por supuesto, las autoridades de México trabajan desde hace mucho para acabar con este ritual porque pone en riesgo la biodiversidad de país, una de las más ricas del mundo.

Cómo es el ritual de San Valentín 

Lo primero que buscan las personas que quieren realizar este ritual es un colibrí para sacrificar. Cabe recordar que el colibrí es responsable de la polinización de las flores y árboles, por lo que es esencial que cumpla con su función. Por desgracia, la vida de esta ave se ve perjudicado en San Valentín gracias a las personas que buscan un supuesto amor de esta manera tan cruel y macabra.

Juan Jorge Avilés Ortega, presidente del Instituto Mexicano de Fauna, Flora y Sustentabilidad Social (IMFFSS) explicó en Infobae México cómo funciona este curioso ritual para atraer el amor en San Valentín que preocupa a los científicos.

Colibri es un género de aves apodiformes pertenecientes a la subfamilia de los troquilinos.
Colibri es un género de aves apodiformes pertenecientes a la subfamilia de los troquilinos.

Según detalló Avilés Ortega: “La persona tiene que adquirir un colibrí, ya sea vivo o muerto. Regularmente, este ritual se hace el día 14 de febrero. Se pide que lo hagan en la noche y con veladoras, con la figura de un Jesús crucificado y la fotografía de la persona amada. Muchos de ellos lo que dicen es que hay que amarrar al colibrí a una fotografía, con un hilo, y traerlo cargando, eso sí es hombre. Si es mujer, el colibrí se pone con la fotografía igual amarrada y se coloca simplemente en el altar”.

El colibrí puede estar vivo, pero al estar tantas horas atado puede acabar muriendo o sufriendo las consecuencias de la crueldad humana. Este tipo de rituales pone en serio riesgo a una especie de lo más necesaria en México

A pesar de las denuncias periodísticas, incluso internacionales, continúa el sacrificio de cientos, miles de colibríes en distintos lugares de Latinoamérica, principalmente México, para ser usados como amuletos del amor o prácticas de brujería.

Cabe recordar que entre todas las especies que se conocen del colibrí, 9 se encuentran en peligro crítico de extinción, otras 9 se consideran vulnerables y 11 han sido catalogadas como en peligro.