El francés que quería dejarse morir y transmitirlo por Facebook cambió de opinión
"Lo siento, pero necesito serenidad para partir en paz", indicó en su página de Facebook, la misma en la que iba a retransmitir su "desconexión" hasta que esa red social le bloqueó el video en directo.
Alain Cocq, el francés que sufre una enfermedad incurable y que quería dejarse morir para denunciar la ausencia de una ley de eutanasia, parece estar recapacitando su decisión de "desconectarse de forme online", ya que anunció que quiere ser alimentado.
“Lo siento, pero necesito serenidad para partir en paz”, indicó en su página de Facebook, la misma en la que iba a retransmitir su "desconexión" el pasado viernes hasta que esa red social le bloqueó el vídeo en directo.
Cocq, de 57 años, aceptó el martes recibir cuidados paliativos, comida y bebida tras varios días sin tratamiento ni alimentación y confió en estar de vuelta en su casa en “siete o diez días”. “Estaba sufriendo demasiado”, señaló a EFE el presidente de la Asociación por el Derecho a Morir Dignamente, Jean-Luc Romero-Michel.
Cocq tuvo que ser ingresado con una grave deshidratación el lunes en un hospital de Dijon (este). Había decidido dejarse morir después de escribir al presidente, Emmanuel Macron, pidiéndole “el derecho a una muerte digna” y de que éste le negara la autorización para que un médico le recetase un barbitúrico letal.
Aunque Cocq es totalmente dependiente en el plano físico y recibe la ayuda de cuatro personas para todas sus necesidades, incluida la higiene personal, la sedación profunda sólo está autorizada en Francia para los enfermos terminales.
“Decidí decir basta”, explicó recientemente este hombre, que sufrió nueve operaciones en cuatro años y es víctima de descargas eléctricas cada “dos o tres segundos”.
“Mis intestinos se vacían en una bolsa. Mi vejiga se vacía en una bolsa. No puedo alimentarme, así que me ceban como a un ganso, con un tubo en el estómago. Ya no tengo una vida digna”, relató.
“El camino del alivio empieza y, créanme, estoy feliz”, había declarado este habitante de Dijon en su cuenta de Facebook, en la que comenzó a transmitir en directo su agonía, antes de que la red bloqueara su difusión el sábado.
Cocq había escrito al presidente para que autorizara a un médico a recetarle un barbitúrico y poder “partir en paz”.
“Puesto que no estoy por encima de la ley, no puedo acceder a su demanda”, dijo Macron en una carta enviada a Cocq y de la que la AFP obtuvo una copia. “No puedo pedir a alguien que se salte el marco legal actual”, añadió el presidente.
Al contrario de otros países europeos como Holanda, Bélgica o Suiza, la eutanasia activa o el suicidio activo están prohibidos en Francia.