La mayor tragedia climática en la historia de la región sur de Brasil ya dejó como saldo 137 fallecidos y más de dos millones de afectados, según el último boletín de la Defensa Civil. Crónica.com.ar recopiló testimonios de personas que por el desastre natural sufrieron complicaciones pero que a pesar de eso colaboran con la búsqueda de quienes no aparecen. 

De acuerdo a los registros, el estado de Rio Grande do Sul, que limita con Argentina y Uruguay es el que más padeció la catástrofe ya que se reportaron al menos 136 muertos.  Por el momento, la tragedia abarcó a 441 de los 497 municipios de esa región. 

Historias en primera persona

Andrei Días de Oliveira tiene 30 años, es de Porto Alegre y trabaja en una empresa de autopartes. Si bien no sufrió daños considerables en su vivienda, no dudó en utilizar su moto de agua para rescatar a sus vecinos, quienes sí lo perdieron todo

"Pude ver cómo se ahogaban personas que conozco de toda la vida, que son del barrio y que en ese momento luchaban para sobrevivir. Vimos niños y animales flotar a la par, por eso decidí tomar acción y junto a mi grupo de amigos hacer algo para colaborar", dijo a este medio.

De los perjudicados en esa ciudad, más de 70.000 habitantes tuvieron que ser alojados en escuelas, gimnasios y templos, mientras que otros debieron refugiarse en domicilios de familiares o conocidos.

"Gracias a Dios pude salvar a muchas personas, pero somos los vecinos los que nos ayudamos entre nosotros. Los verdaderos héroes somos los ciudadanos comunes porque el Gobierno está ausente, solo la gente está rescatando personas de casas inundadas", disparó y agregó: "En medio del caos nos enteramos que los Bomberos tenían guardadas 40 motos de agua que no quisieron usar para no estropearlas. Eso realmente indigna". 

Días de Oliveira y la moto que utiliza para rescatar a sus vecinos. 

En esa línea, Bruno César Funari Amaral, de 28 años y trabajador de un taller mecánico, señaló: "La situación actual ya está bajo control, todos los que querían salir ya se fueron, pero aún hay personas que tienen miedo de que les saqueen sus casas, nuestro equipo ya no está en el agua realizando rescates, es importante resaltar que somos todos voluntarios y no recibimos ninguna asistencia de costos ni apoyo del gobierno de Lula da Silva ni del gobernador del estado, Eduardo Leite, a quien vimos poco en acción".

"Si no fuera por los voluntarios, el número de muertes ya sería exorbitante debido al desprecio del gobierno por el pueblo", destacó. 

Por su parte, Rodrigo, argentino de 26 que vive desde hace varios años en esa región pidió "llevar tranquilidad" y tuvo una visión distinta a los otros sobrevivientes consultados. "Lo que yo veo es que el Gobierno está al frente de los rescates y colabora con alojamiento para quienes se quedan sin nada, aunque la ayuda de la propia gente gratifica muchísimo", afirmó tras aclarar que si bien él no corre riesgo, "hay mucha tristeza".   

Recientemente, Defensa Civil informó que los trabajos participan 27.218 bomberos, militares y policías con el apoyo de 3.466 patrullas, 41 aeronaves y 340 embarcaciones, que permitieron poner a salvo a 70.000 personas y 10.000 animales.

Destrucción, saqueos y pérdidas millonarias

La gran cantidad de lluvia que cayó esta semana dejó bajo las aguas a grandes ciudades y parcialmente a otras, como Porto Alegre, la capital regional. De hecho, localidades como Canoas y Eldorado do Sul continúan sumergidas. En tanto que las que están situadas en las áreas más elevadas y alejadas de las orillas empezaro a planificar su reconstrucción.

Otra postal de un rescate llevado a cabo por los propios vecinos.

Sin embargo, otra problemática que aumenta en medio de la crisis son los saqueos y las agresiones sexuales en  albergues que contienen a víctimas del desastre. Asimismo, otra de las preocupaciones es el impacto económico que tendrá la tragedia ya que Rio Grande do Sul es un importante polo agropecuario del país y el mayor productor de arroz de Brasil.

Los servicios meteorológicos prevén que la grave situación empeorará en los próximos días, porque se esperan nuevos temporales con precipitaciones, frío y fuertes ráfagas de viento.

El Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva anunció un paquete de ayuda económica por 50.000 millones de reales (9.800 millones de dólares) para Rio Grande do Sul. Según estiman las autoridades regionales, las necesidades iniciales para atender la emergencia están cifradas en 18.839 millones de reales (3.663 millones de dólares).