Francisco López, el padre de un joven que murió embestido por un conductor alcoholizado, se suicidó este martes tras conocer la condena leve que recibió el asesino de su hijo, informaron este viernes medios internacionales. El homicida había sido sentenciado a ocho años de prisión por homicidio doloso.

El accidente vial había ocurrido en la madrugada del 15 de septiembre de 2019 en  España. El asesino al volante, Kevin Cui, condujo dos kilómetros a contramano por una autopista después de una noche de alcohol con sus amigos.

Dos autos pudieron esquivarlo pero el tercero, conducido por Víctor López, de 20 años, impactó de lleno. El joven, quien iba a trabajar como carnicero a un supermercado Carrefour, perdió la vida en el acto.

En la Audiencia Provincial de Madrid, Cui no dio explicaciones sobre su comportamiento de esa madrugada y simplemente se limitó a responder a decenas de preguntas que no se acordaba de nada. Pero reconoció que en la época del hecho bebía mucho.

Los Bomberos de la Comunidad de Madrid tuvieron que rescatar el cuerpo del fallecido, que quedó atrapado en el interior del vehículo reducido a hierros retorcidos. El conductor causante del siniestro sufrió un traumatismo en el brazo, tras lo cual fue trasladado al Hospital Gregorio Marañón para ser observado. 

Con la muerte de Víctor, Francisco sufrió por segunda vez el peor golpe que se puede recibir en la vida. Su otro hijo, Roberto, había fallecido unos meses antes. La depresión que arrastraba desde entonces lo llevó a suicidarse este martes ahorcándose en una cancha de básquet de la capital de España

"Paco", como lo conocían, llegó a decir durante el juicio que se arrepentiría “toda la vida” de haberle conseguido ese trabajo a su hijo, al que se dirigía cuando perdió la vida.

Francisco también relató en la sala que Víctor tenía “muchos proyectos de vida”. Fue una de las sesiones más duras del debate, durante el cual la foto del joven fallecido estuvo presente todo el tiempo. Los padres de la víctima se la mostraron específicamente a Cui cuando se disponían a salir ante un receso.

El 30 de septiembre último, un jurado popular consideró culpable por mayoría a Cui de un delito de homicidio de tipo doloso, otro de conducción temeraria y un tercero por conducir bajo los efectos del alcohol.

El tribunal aplicó un atenuante de “reparación del daño”, ya que Cui pagó una indemnización de 87.000 euros a la familia de la víctima antes de ser condenado, pero lo sentenció a ocho años de prisión.

El caso había impactado mucho en España porque se trataba del primer "kamikaze" condenado en Madrid, término usado de manera coloquial en ese país para llamar a los conductores que manejan a contramano.