El cerebro masculino elige la comida al sexo
Investigadores de la Universidad de Birmingham llegaron a esa conclusión tras el estudio del comportamiento de las moscas y que según manifiestan, tranquilamente podría repetirse en los seres humanos.
Hoy en día se hacen estudios de absolutamente todo e investigadores de la Universidad de Birmingham no quisieron ser la excepción y estudiaron cómo las moscas de la fruta reaccionaron ante la posibidad de elegir la comida o aparearse.
Los resultados fueron asombrosos ya que los insectos le dieron prioridad al alimento y según manifestaron, esto podría repetirse tranquilamente en los seres humanos.
Por lo publicado por Current Biology, se identificó cuáles son los impulsos neuronales que las llevaron a tomar esa decisión.
A las moscas de la fruta, son las más utilizadas para la neurociencia, ya que dan más indicios del funcionamiento más complejos.
Las llamadas también Droshophila, exhiben el comportamiento de un cerebro que es más simple, con cerca de 100.000 neuronas con respecto al humano que tiene 86 mil millones, aunque según manifiestan, por sus características, reaccionarían igual ante una situación parecida.
Similitudes genéticas asombrosas
Los humanos y las moscas de la fruta son mucho más parecidas de lo que parece, en sí alrededor del 61 por ciento de los genes de enfermedades humanas que se conocen, tiene una contrapartida con el código genético de los mencionados insectos.
Además, el 50% de las secuencias proteínicas tiene análogos en los mamíferos según anunció Sharmila Bhattacharya, biólogoa del Centro de Investigación Ames de la NASA.
Por otro lado, Carolina Rezaval, una de las líderes de esta investigación, explicó el avance en un destallado comunicado: "A menudo estamos expuestos a situaciones conflictivas en las que debemos priorizar un objetivo sobre otros. Para cualquier animal que vive en la naturaleza, esto podría significar tener que elegir entre alimentarse, aparearse o luchar por los recursos. ¿Cómo sabe el animal qué hacer? La mosca de la fruta Drosophila es un gran sistema experimental para comprender cómo se toman decisiones de comportamiento cruciales en el cerebro. Podemos identificar elementos neuronales que dirigen comportamientos con gran resolución y descifrar los mecanismos subyacentes".
Por otro lado, la especialista Sherry Cheriyamkunnel, añadió: "el conocimiento que obtienen los investigadores en el laboratorio puede revelar los mecanismos fundamentales que subyacen a la toma de decisiones que podrían ser comunes a muchas especies, pero que son difíciles de estudiar en mamíferos mediante sistemas experimentales".
Así fue el experimento con moscas
Las moscas macho se mantuvieron alejadas tanto de las comidas como de las hembras y cuando se les ofreció ambas opciones, tras unas 15 horas de inanición, descubrieron que los insectos dirigían su mirada al cortejo apenas unos segundos, mientras que las motivaba más lo que las alimentaba.
Para eso, encendieron o apagaron una pequeña cantidad de neuronas y probaron los efectos sobre el comportamiento.
La técnica utilizada se llama imágenes de calcio de dos fotones y con la misma se consigue una mayor precisión en la microscopía confocal.
Eso permitió identificar las neuronas activadas en el cerebro de las moscas mientras tomaban decisiones sobre qué priorizar.
"Las neuronas que le dicen a la mosca que vaya a comer, o que vaya y se aparee, están esencialmente compitiendo entre ellas", explicó Rezaval.
"Si la necesidad de comer es más urgente, las neuronas de alimentación se harán cargo, si la amenaza de inanición es menor, entonces ganará la necesidad de reproducirse", añadió.
La importancia del contexto
La elección de comportamiento no fue absolutamente fija y que se ve afectada por el contexto y aunque se dio prioridad a la alimentación cuando la mosca tenía poca energía, aunque para ser sinceros, esta decisión también podría verse afectada por la calidad de la comida.
Ya que en caso de que el alimento no hubiera sido provehcoso, las moscas habrían elegido aparearse, inclusive pasando hambre durante mucho tiempo.
"Aún tenemos mucho más que aprender de la mosca de la fruta, por ejemplo, qué sucede cuando se introducen otras amenazas: ¿cómo decidiría la mosca si alimentarse o no cuando debe escapar de un depredador?, o ¿qué pasaría si una mosca de la fruta hembra se enfrentara a opciones similares? Todos estos conocimientos nos ayudan a construir una imagen de la compleja toma de decisiones en el cerebro", aseguró Saloni Rose, otra de las investigadoras.
Este tipo de estudios para tener más conocimiento de los mecanismos cerebrales generales, permiten además saber qué sucede cuando fallan como con las adicciones, el Parkinson o la enfermedad de Alzheimer.