Desde hace semanas, Francia se encuentra consternada por el juicio que se le lleva adelante contra Dominique Pelicot, quien está acusado de drogar a su mujer para que la violaran decenas de desconocidos, y ante el tribunal reconoció ser “un violador”.

“Soy un violador, como todos los que están en esta sala. Lo sabían todos, no pueden decir lo contrario”, afirmó este sujeto al referirse a los 50 coacusados del proceso, que según dijo sabían que su mujer se encontraba inconsciente a causa de los ansiolíticos que le daba.

Como era de esperar, el juicio se volvió mediático en la nación “gala” que esperaban el testimonio del principal acusado por los aberrantes episodios ocurridos hace años. El sujeto habló de su infancia y de dos eventos traumáticos que asegura haber sufrido: una violación por un enfermero a los 9 años y su participación en la violación en grupo de una mujer con discapacidad, cinco años más tarde.

“De mi juventud, sólo recuerdo conmociones y traumas. En 1971, se produjo este hermoso encuentro (con Gisèle). Era demasiado pesado para soportarlo. Aguanté 40 años. Estaba muy feliz con ella”, explicó Pelicot.

Primera vez que Pelicot habla ante la justicia

Hay que resaltar que esta es la primera declaración ante el tribunal de Pelicot desde el inicio del juicio el 2 de septiembre y su testimonio es crucial para los otros 50 procesados, de entre 26 y 74 años, que enfrentan penas de hasta 20 años de prisión. 

Además, algunos acusados aseguran que desconocían que Pelicot drogaba a su mujer y afirman que pensaban que se trataba de una pareja libertina, algo que negó la víctima en su primera declaración ante el tribunal.

En cuanto al testimonio de la víctima, la misma dijo que en los 50 años que vivió con su marido no pudo imaginarse que la violara, que no dudó de él “ni un solo segundo”, y que “tenía plena confianza en él”. “Amé a este hombre durante 50 años. Habría puesto mis dos manos en el fuego por él”, agregó.

El acusado reconoció el delito

“Soy culpable de lo que hice. Ruego a mi mujer, a mis hijos, a mis nietos, a la señora M. de aceptar mis disculpas. Pido perdón aunque esto no sea algo aceptable”, argumentó Pelicot, quien agregó que “la amé 40 años y la amé mal 10 años. Nunca debí hacer eso. Lo arruiné todo. Perdí todo. Debo pagar por ello”. 

El principal acusado señaló que si bien “nunca consideró a su mujer como un objeto, desgraciadamente los videos muestran lo contrario”.

Con relación a cómo se descubrió este escandaloso caso, fue en septiembre de 2020 por grabar bajo las polleras a unas mujeres en un supermercado, y durante un allanamiento en su casa, los investigadores encontraron en un disco duro cientos de videos y fotos que él había tomado durante las sesiones de abusos sexuales de su mujer drogada, a las que invitó a decenas de hombres con los que se contactó por internet.

 La víctima volvió a presentarse en los Tribunales (X).
. La víctima volvió a presentarse en los Tribunales (X).

Ese material identificó a 50 hombres y sobre esto, el acusado recordó que “gracias a esos videos se ha podido dar con quién participó”. El hombre señaló que los guardaba, precisamente, para tener un registro de esos participantes, por el placer de contemplarlos y por “vicio”.

Pelicot facilitó la investigación por su meticulosidad: tenía una carpeta para cada uno de los hombres que venía a violar a su esposa y describió a todos los abusadores con nombre, edad y hasta su número de teléfono. A esta carpeta la bautizó “abusos”.

Los investigadores identificaron 92 violaciones entre 2011 y 2020, y los casos aumentaron a partir de 2013, cuando se mudaron de París a la localidad de Mazan, en el sur de Francia. El hombre utilizaba un sitio citas para reclutar a los violadores. “Tú eres como yo. Te gusta el modo violación”, escribió a uno de sus contactos, en una discusión hallada por la policía. A otros explicó que administraba somníferos a su esposa para agredirla sexualmente con prácticas que ella rechazaba.

¿Qué dijeron las pericias psiquiátricas?

Por otra parte, los peritos describieron a Pelicot como un hombre consumido por “fantasías obsesivas”, cercanas a la necrofilia y con una falta total de empatía. 

“De día, puedes ser coherente y, de noche, parecer diferente”, dijo el experto Bruno Daunizeau, quien habló de “doctor Jekyll”, en referencia al siniestro científico de la novela de Robert Louis Stevenson.

Por un lado, se le describe como “un honorable esposo, padre, abuelo cariñoso, y un estimado amigo”, pero, al mismo tiempo, como alguien “muy manipulador, que miente mucho”, dijo el psiquiatra Paul Bensussan. “Su personalidad tiene dos caras: por un lado, es un patriarca en el que sus allegados pueden confiar” y por el otro, “usa la mentira y el secretismo”, dijo la psicóloga Marianne Douteau.