El papa Francisco continúa su gira por el sudeste asiático y Oceanía y este domingo visitó una comunidad en medio de la selva en Papúa Nueva Guinea. En su mensaje a la población local, pidió poner fin a la violencia y a la “superstición y la magia” que empañan un lugar que comparó con el Edén.

El sumo pontífice estuvo en Vanimo, una ciudad costera situada unos grados al sur del ecuador. Allí, se colocó el tradicional tocado de plumas de ave del paraíso y destacó “el grandioso espectáculo de una naturaleza rebosante de vida, que evoca la imagen del Edén”.

Francisco, que fue recibido como invitado de honor por miembros de la tribu local, dio las gracias a las miles de personas congregadas, algunas de las cuales caminaron o navegaron durante días para asistir al encuentro y elogió las “sonrisas contagiosas” y la “alegría desbordante” de los niños.

No obstante, describió el lugar como un paraíso turbulento e instó a “vencer las divisiones personales, familiares y tribales”, así como “expulsar del corazón de las personas el miedo, la superstición y la magia”. Estos y otros males, dijo, “aprisionan y hacen infelices a tantos hermanos y hermanas, también aquí”.

Más del 90% de los 12 millones de habitantes de Papúa Nueva Guinea se declaran cristianos y alrededor de una cuarta parte son católicos. Pero la religión coexiste con creencias, costumbres y ritos locales, algunos de los cuales desatan un fervor sangriento.

En este marco, el Papa instó a los presentes a que hagan “famosa a Papúa Nueva Guinea no sólo por su variedad de flora y fauna, sus encantadoras playas y su mar cristalino, sino también y sobre todo por las buenas personas que allí se encuentran”.

Francisco fue recibido como invitado de honor por miembros de una tribu local (Foto Vatican News).
Francisco fue recibido como invitado de honor por miembros de una tribu local (Foto Vatican News).

Cómo sigue la gira de Francisco, la más extensa y remota de su papado

Previamente, el Papa celebró una misa al aire libre para 35.000 personas en la capital de Papúa Nueva Guinea, Port Moresby.

Francisco está inmerso en una gira de 12 días por el sudeste asiático y Oceanía, la más larga y remota de su papado, para promover el diálogo interreligioso y llevar su mensaje a las “periferias”.

El sumo pontífice terminará su visita a Papúa Nueva Guinea el lunes con un discurso en un estadio, antes de volar a Timor Oriental.