Estados Unidos, el país más golpeado del mundo por la pandemia de coronavirus, superó este lunes los seis millones de contagios, según informó la Universidad Johns Hopkins, en un momento en que la oposición demócrata acusa al Gobierno de no controlar los brotes, uno de los principales temas de la campaña presidencial.

La superpotencia también registra un total de más 183.203 muertos desde la llegada del virus al país a principios de año, otra cifra récord para el mundo, según el recuento online de la universidad estadounidense.

El país yanqui vivió un primer pico de contagios en abril durante el peor momento del brote en Nueva York y los estados adyacentes, y luego en una suerte de meseta que nunca permitió bajar de los 20.000 contagios diarios.

El mes pasado, con la explosión de múltiples brotes en estados del sur y el oeste del territorio, el país atravesó un pico de contagios aún peor, en el que superó los 70.000 contagios diarios.

Actualmente, la curva nacional parece estar amesetándose de nuevo, pero expertos del Gobierno y de la sociedad civil alertan que una nueva reapertura económica prematura podría volver a desatar una ola de contagios masivos.

Con la creciente tensión y violencia política por la cuestión racial y el inicio formal de la campaña presidencial, las protestas y los encuentros multitudinarios se están multiplicando en todo el país, y en muchos casos -como en los actos encabezados por el presidente Donald Trump- sin las más mínimas medidas de precaución, como tapabocas.

Pese a que la gestión de la pandemia está en el centro del debate electoral, la campaña republicana y sus simpatizantes continúan negándose en la mayoría de los casos a usar tapabocas y mantener las medidas de distanciamiento social, recomendadas por el propio Gobierno de Trump.