Descubren que los tatuajes coloridos dejan tóxicos en los ganglios linfáticos
Un estudio reveló que las agujas podrían estar depositando esa sustancia en la zona de la cabeza y cuello de las personas que se tatúan. El hallazgo fue realizado por científicos en Francia.
Un nuevo estudio mostró que los tatuajes de colores brillantes podrían estar dejando metales pesados potencialmente tóxicos en los ganglios linfáticos de la gente.
Los científicos de la Instalación Europea de Radiación Sincrotrón (ESRF) en Grenoble, Francia, descubrieron que las agujas de tatuaje pueden desechar partículas minúsculas de níquel y cromo, cuando se utiliza un pigmento particular en el tatuaje. Esto podría generar una reacción alérgica en las personas que se tatuen.
Ese pigmento particular es el dióxido de titanio blanco y generalmente, se usa para mezclarlo con colores como rojo, verde y azul para tatuajes coloridos.
Un estudio de 2015 reveló que alrededor del 10 por ciento de los 300 neoyorquinos encuestados experimentaron alguna reacción desfavorable, entre las más frecuentes: enrojecimiento, hinchazón y erupciones alrededor del sitio del tatuaje. Sin embargo, esto se atribuyó a la tinta, en lugar del metal microscópico.
El equipo del último estudio cree que la reacción negativa en las personas luego de hacerse el tatuaje de colores, se debe al metal. Además, planean investigar más sobre qué otros efectos podrían tener estos metales potencialmente tóxicos.
Ines Schreiver, una de las autoras de ESRF, dijo: "Estábamos haciendo un seguimiento de nuestro estudio anterior, tratando de encontrar el vínculo entre el hierro, el cromo y el níquel y la coloración de las tintas. Después de estudiar varias muestras de tejido humano y encontrar componentes metálicos, nos dimos cuenta de que debía existir algo más. Luego pensamos en probar la aguja y ese fue nuestro momento 'eureka'".
Descubrieron que cuando se usa dióxido de titanio, la aguja se erosiona. Sin embargo, cuando solo se usa tinta negra de carbón, esto no sucede. Sus hallazgos fueron publicados en una revista estadounidense.
Otro de los autores, Hiram Castillo, sostuvo: "Los tatuajes tienen más de lo que se ve a simple vista. No se trata solo de la limpieza del salón, la esterilización del equipo o incluso de los pigmentos. Ahora descubrimos que el desgaste de la aguja también tiene un impacto en su cuerpo".
Estas partículas metálicas miden entre 50 nanómetros y dos micrómetros de largo. Para poner esto en contexto, dos micrómetros tienen aproximadamente la misma longitud que una célula bacteriana.
Si bien eso suena pequeño e inofensivo, las nanopartículas se consideran más dañinas ya que tienen un área de superficie más grande por volumen, lo que aumenta su toxicidad potencial.
Schreiver insistió con su deseo de realizar más estudios y agregó: "Desafortunadamente, hoy, no podemos determinar el impacto exacto en la salud humana y el posible desarrollo de alergia derivado del uso de la aguja del tatuaje. Estos son efectos a largo plazo que solo pueden evaluarse en estudios epidemiológicos a largo plazo que controlan la salud de miles de personas durante décadas".