En Reino Unido, un joven de 19 años sufrió un terrible desenlace al padecer la amputación de sus dos piernas, tan solo por comer fideos con pollo que había dejado su amigo en la heladera, al pedirse por delivery el día anterior. Al ser trasladado de urgencia, los médicos determinaron la causa de su empeoramiento y la infección bacteriana que le cambió la vida.

Al poco tiempo de haber ingerido el alimento, el chico con las siglas J.C comenzó a descomponerse: su temperatura corporal comenzó a elevarse y la frecuencia cardíaca iba en aumento, al tener un ritmo de 166 latidos por minuto. Ante este panorama, el joven fue trasladado al hospital de urgencia luego de consumir el alimento 20 horas antes de las manifestaciones en su cuerpo.

Cuando llegó al sanatorio, el chico de 19 años presentaba un "intenso dolor abdominal difuso y náuseas", según detalla el medio británico Daily Star. El panorama comenzó a ponerse feo cuando el paciente tenía síntomas como “escalofríos, debilidad generalizada, mialgias difusas que empeoran progresivamente, dolor en el pecho, dificultad para respirar, dolor de cabeza, rigidez en el cuello y visión borrosa”.

Los antecedentes clínicos indicaron que el chico no había sufrido antes algún padecimiento de tal magnitud, a pesar de fumar cigarrillos e ingerir alcohol moderado. De esta manera, los médicos trataron de deducir si la patología tenía algo que ver con alguna enfermedad hereditaria. Mientras tanto, el panorama continuaba empeorando, por lo que tuvo que ser derivado en helicóptero a un sanatorio especializado.

La piel de la víctima comenzó a teñirse de un color "púrpura".

El diario regional, anteriormente mencionado, indicó en el informe de los médicos que el paciente comenzó con un "desarrolló una coloración púrpura de la piel", que le causó rigidez en el cuello, náuseas, colapso respiratorio, shock e insuficiencia orgánica.

La bacteria que causó la amputación de sus piernas

Los médicos confirmaron que el joven se contagió con la bacteria Neisseria meningitidis, a partir de una "infección bacteriana agresiva que hizo que sus riñones fallaron y su sangre comenzara a coagularse". Es preciso mencionar que uno de sus hermanos había padecido una meningitis viral cuando tenía apenas seis semanas de vida.

Esto trae a colación la hipótesis de los médicos que atendieron de urgencia a J.C y determinaron que el joven de 19 años no tenía puesta la vacuna del refuerzo de meningocócica, que puede llegar a prevenir infecciones graves que conducen a contagiarse de una meningitis bacteriana, tal como le sucedió a la víctima británica.

El tratamiento temprano puede ayudar a prevenir problemas graves. Sin embargo, en el caso del chico no pudo ser tratado a tiempo, cuando el virus penetró en su organismo por la saliva, de la misma forma que puede ser ingresada al cuerpo por la nariz o la boca.

Según el sitio Medline Plus, la meningitis meningocócica es un tipo de sepsis con capacidad mortífera y produce "una infección de las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal". De esta manera, la contaminación de los alimentos se pueden dar cuando "carne cruda mientras matan al animal, frutas y verduras mientras crecen o se procesan; o alimentos refrigerados cuando se dejan en un muelle de carga cuando hace calor".