Durante la audiencia judicial por Zoom de un caso de violencia de género una fiscal se dio cuenta de que el agresor se encontraba en la casa de la vìctima. El hecho ocurrió en  Sturgis, Míchigan, Estados Unidos el pasado 2 de marzo. 

Coby James Harris, de 21 años, acusado de golpear a su pareja Mary Lindsey estaba en libertad bajo fianza con la condición de no tener contacto con la mujer. 

En la audiencia virtual se iba a determinar si el agresor iba a ser juzgado. 

La fiscal Deborah Davis, quien interrogaba a Lindsey durante la videollamada, , notó que la mujer evadía sus preguntas, miraba hacia  hacia todos lados y se encontraba nerviosa. Es por esto que la fiscal le informó al juez de distrito, Jeffrey Middleton, que sospechaba que el acusado podría estar en el mismo domicilio que la vìctima. 

Fue la fiscal Déborah Davis quien advirtió que el agresor podía estar en la vivienda de la víctima. (Gentileza: Kiro7)

Por seguridad y por miedo a lo que podría ocurrir con la mujer, la fiscal pidió que la policía fuera hasta su vivienda para verificar si la mujer agredida se encontraba efectivamente sola. 

Ante las sospechas de la fiscal el juez le preguntó a ambos la ubicación de cada uno. Lindsey, temerosa, dijo que estaba en su casa y dio su dirección, mientras que el agresor dio un domicilio diferente. No conforme con esto, el juez solicitó a Harris que mostrara con su cámara el número que se encuentra en la puerta de la vivienda pero el agresor se negó a hacerlo. El hombre argumentó  que su teléfono tenía poca batería y que se encontraba enchufado a la pared. 

Cuando la policía llegó a la vivienda de la mujer, el juez le pidió a la víctima que se dirigiera a la puerta para hablar con el oficial. La cámara de la mujer se apagó y cuando volvió a encenderse el juez pudo ver en pantalla como el agresor estaba siendo esposado. 

Fueron los movimientos temerosos de la víctima lo que alertó al tribunal de que la mujer podía estar en peligro. (Oxygen)

Ante la detención, el agresor se defendió diciendo que tanto él como la mujer no deseaban obedecer la perimetral y solicitó que sea cancelada. 

El juez sin dudarlo lo interrumpió y le informó que su fianza estaba cancelada y aplazó la audiencia.

"Este es un problema que no teníamos cuando las audiencias eran en vivo. Es la primera vez que alguien sentado en la habitación contigua puede intimidar a un testigo de un ataque", advirtió. 

Coby Harris, el acusado de violencia de género no sólo deberá enfrentar ese delito sino también adicionales por obstrucción a la justicia. La audiencia se reprogramó para el próximo 16 de marzo.

Si se encuentra al hombre culpable sería sentenciado a entre 10 y 15 años de prisión.

La audiencia virtual en la que se descubrió que el agresor se encontraba en la casa de la víctima de violencia de género