Cuba se encuentra en medio de un apagón total tras una falla ocurrida en la mañana del viernes en una de sus centrales eléctricas más importantes, la CTE Antonio Guiteras, lo que acentuó la prolongada crisis energética que vive la isla. 

El Ministerio de Energía y Minas de Cuba comunicó a través de su cuenta de X que “tras la salida imprevista de la CTE se produjo la desconexión total del Sistema Electroenergético Nacional”.

El director general de Electricidad del ministerio, Lázaro Guerra, confirmó a la televisión estatal que “el sistema se quedó sin energía en todo el país”. Ante esta situación crítica, el régimen cubano implementó un plan de emergencia que incluye el cierre de escuelas y de industrias no esenciales, además de enviar a la mayoría de los empleados estatales a sus hogares para intentar conservar energía.

Los apagones prolongados se han convertido en una normalidad en Cuba, donde provincias enteras pueden estar sin luz durante horas. Muchas localidades fuera de La Habana apenas reciben seis horas de electricidad al día

El primer ministro, Manuel Marrero, atribuyó la crisis actual a una “tormenta perfecta” compuesta por el deterioro de la infraestructura eléctrica, la escasez de combustible y el aumento de la demanda.La falta de combustible es la (causa) que más está influyendo”, afirmó Marrero en un mensaje televisado.

Los apagones prolongados se han convertido en una normalidad en   <a href='https://www.cronica.com.ar/tags/Cuba'>Cuba</a> 
Los apagones prolongados se han convertido en una normalidad en Cuba 

Como parte de las medidas de emergencia, el régimen también cerró discotecas y centros de recreación, suspendido actividades culturales tanto en el sector estatal como en el privado, y limitado los servicios gubernamentales no esenciales. Solo se mantienen en funcionamiento los empleados de las industrias estatales dedicadas a alimentos y atención médica en hospitales.

Las condiciones climáticas adversas, como los fuertes vientos y marejadas provocados por el paso del huracán Milton la semana pasada, afectaron la capacidad de la isla para suministrar el escaso combustible que llega a sus centrales eléctricas. Actualmente, las dos mayores plantas de energía, Antonio Guiteras y Felton, no están produciendo lo suficiente y pronto serán desconectadas para mantenimiento, como parte de un plan de cuatro años para revitalizar la infraestructura eléctrica de Cuba.

Además, el régimen ha reiterado que el embargo de Estados Unidos, vigente desde la Guerra Fría, es responsable de las dificultades para adquirir combustible y repuestos necesarios para operar las plantas. En el ámbito privado, se anticipa que las empresas cubanas, que suelen consumir grandes cantidades de electricidad, enfrentará tarifas más altas por el servicio.

El primer ministro, Manuel Marrero, atribuyó la crisis actual a una “tormenta perfecta” compuesta por el deterioro de la infraestructura eléctrica, la escasez de combustible y el aumento de la demanda 
El primer ministro, Manuel Marrero, atribuyó la crisis actual a una “tormenta perfecta” compuesta por el deterioro de la infraestructura eléctrica, la escasez de combustible y el aumento de la demanda 

La crisis energética complicó aún más la vida de los cubanos, quienes ya lidian con la escasez de alimentos, combustible, agua y medicamentos. Esta situación ha provocado un éxodo masivo de ciudadanos en los últimos años. 

Por si fuera poco, Venezuela, el principal proveedor de petróleo de Cuba, redujo sus envíos a un promedio de 32,600 barriles diarios en los primeros nueve meses del año, aproximadamente la mitad de lo que enviaba en el mismo período del año anterior.

Rusia y México, que históricamente también han abastecido de combustible a la isla, disminuyeron significativamente sus envíos, contribuyendo aún más a la crítica situación que enfrenta Cuba en la actualidad.