Un equipo de investigadores confirmó que una cabeza humana reducida, utilizada alguna vez como accesorio de una producción cinematográfica en los años 70, es en realidad una auténtica tsantsa ceremonial, por lo que fue repatriada a Ecuador.

Los especialistas de la Universidad Mercer de Georgia, Estados Unidos, hallaron años atrás el artefacto entre sus colecciones e iniciaron un proceso de autenticación, informaron desde el Daily Mail.

Mediante tomografías computarizadas y el análisis de características como el tamaño, estructura facial y el cabello, determinaron que se trataba de un artefacto ceremonial original, según un estudio publicado esta semana en la revista Heritage Science.

Las tsantsas son artefactos únicos que fueron producidos hasta mediados del siglo XX por pueblos amazónicos propios de Ecuador y Perú como los Shuar.

"Las tsantsas, comúnmente conocidas como cabezas reducidas", son antigüedades únicas y valiosas, y son simultáneamente restos humanos y artefactos culturales, explicaron los investigadores en su artículo.

La cabeza reducida en detalle.

Su método de elabarocación consiste en hervir las cabezas de enemigos asesinados en combate. Se estima que la mayoría de estas cabezas fueron creadas durante la invasión cultural occidental en el siglo XIX, por lo que se volvieron piezas valiosas como recuerdos, explicaron los investigadores.

Además, explicaron que "su producción y propósito fueron influenciados negativamente por el colonialismo y el mercado de curiosidades externo, ya que muchas instituciones pueden optar por repatriarlos a sus lugares de origen".

El propietario de la cabeza era James Harrison, un exmiembro de la Facultad de Biología de Mercer que prestó la cabeza a finales de los años 70 para la producción de la película "Wise Blood", donde aparece unida a un cuerpo falso, el cual es objeto de adoración de uno de los personajes.

Harrison afirmó que esta tsantsa en particular fue adquirida en 1942 como parte de un intercambio con un miembro de una tribu en la Amazonía ecuatoriana.

Según conto en sus memorias previo a fallecer en 2016, este científico había rellenado la cavidad interior de la cabeza con papel de diario y la llevó a Estados Unidos para exhibirla.

Los científicos a la hora de analizar la cabeza.

Sin embargo, creen que algunas de las características auténticas del objeto podrían haber sido dañadas como resultado de su uso durante la producción cinematográfica. En total, los autores pudieron confirmar 30 de 33 indicadores de autenticación proporcionados por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural de Ecuador, concluyendo que es una tsantsa genuina y no se trata de una falsificación.

Falsificación de tsantsas

 

Las llamadas tsantsas "comerciales" que se fabricaron únicamente para exportar a los mercados europeo y norteamericano rara vez comparten todas las características de sus contrapartes auténticas, explicaron los investigadores.

Si bien algunos todavía estaban hechos de cabezas de víctimas europeas, la mayoría eran falsificaciones elaboradas producidas a partir de animales como monos y perezosos o incluso materiales sintéticos. 

 

Modelos de cabezas reducidas en 3D

 

 

Como parte de su investigación, el equipo también tomó tomografías computarizadas (TC) de la tsantsa, a partir de las cuales pudieron producir modelos tridimensionales de la cabeza y su cabello para permitir un mejor análisis de ciertas características.

Según los investigadores, tales modelos 3D de tsantsas, aunque carecen de algunas de las características de diagnóstico de sus contrapartes originales, podrían usarse para reemplazar los artefactos repatriados en museos públicos y aulas.