La tensión aumenta cada vez más. El presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, anunció que su país desplegará una "nueva arma estratégica" para hacer frente a los actos hostiles de Occidente. Lo advirtió tras el estancamiento de sus negociaciones con Estados Unidos, virtualmente paralizadas desde la última cumbre de febrero del año pasado.

"Los actos hostiles y la amenaza nuclear contra nosotros van en aumento", aseguró el jefe de Estado, quien afirmó: "El mundo será testigo de una nueva arma estratégica que estará en posesión de la República Popular Democrática de Corea en un futuro cercano". Sin embargo, aclaró que el desarrollo de la capacidad nuclear de su país dependerá de la "futura actitud de Estados Unidos".

"El mundo será testigo de una nueva arma estratégica que estará en posesión de la República Popular Democrática de Corea en un futuro cercano"

En ese sentido, explicó que Washington, durante el cese de las operaciones nucleares de Pionyang, avanzó con los ejercicios militares junto con Corea del Sur, así como nuevas sanciones económicas. "Bajo semejantes condiciones, ya no hay fundamento para nosotros en lo que se refiere a mantener este compromiso unilateral (de suspender pruebas de armas) durante más tiempo", concluyó Kim.

Un hombre de palabra

Poco antes de las declaraciones amenazantes del mandatario norcoreano, el presidente yanqui, Donald Trump, había dicho que esperaba que Corea del Norte honrara sus compromisos. "Firmamos un contrato hablando sobre desnuclearización. Esa fue la frase número uno: Desnuclearización, que fue elaborada en (la cumbre de) Singapur. Pienso que es un hombre de palabra". Sin embargo, agregó: " Kim Jong-un representa a su país. Hará lo que tenga que hacer".