Simón Leviev, un nombre vinculado en el mundo del fraude y el engaño, es conocido como el "estafador de Tinder". Su historia se hizo viral gracias al documental en Netflix, que revela cómo este hombre logró engañar a numerosas mujeres alrededor del mundo y robarles millones de dólares.

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. ¿Cómo vive hoy el estafador de Tinder?

Originario de Israel,este hombre cuyo verdadero nombre es Shimon Hayut, se presentó a sí mismo como un atractivo magnate de los diamantes, usando aplicaciones de citas como Tinder para atraer a mujeres que buscaban pareja. Con un carisma innegable y un estilo de vida aparentemente lujoso, rápidamente atraía la atención de sus víctimas, haciéndolas caer en el engaño.

Cuando las relaciones estaban avanzadas, el estafador de Tinder usaba la manipulación emocional, que le permitió ganar la confianza de sus víctimas. Tras conquistarlas, comenzaba a inventar historias dramáticas y urgentes en las que decía necesitar dinero para protegerse de supuestos enemigos o cubrir gastos inesperados relacionados con su "trabajo" en la compra y venta de diamantes. Aprovechando la vulnerabilidad emocional de sus víctimas, les pedía grandes sumas de dinero, prometiendo devolverles la cantidad en cuanto superara sus problemas.

A lo largo de los años, Leviev logró estafar a cientos de mujeres, acumulando una fortuna estimada en varios millones de dólares. Sus acciones no solo destruyeron la vida financiera de muchas de ellas, sino que también dejaron cicatrices emocionales. A medida que las historias de sus víctimas se hicieron públicas, el caso de Leviev puso de manifiesto la necesidad de una mayor conciencia sobre las estafas virtuales y el reconocimiento de las tácticas de manipulación utilizadas por los estafadores.

A pesar de que fue finalmente arrestado y condenado en Finlandia, a los 5 meses de estar en prisión, debido a la pandemia del coronavirus fue liberado. A pesar de estar en libertad en Israel, tiene procesos abiertos en el Reino Unido, Noruega y Países Bajos. Luego de la aparición del documental, cerró sus redes sociales con un mensaje que decía que más adelante explicaría su versión de los hechos, pero todavía no existe tal explicación.

Hoy su historia es un recordatorio escalofriante de cómo los estafadores pueden explotar la confianza en la era digital. Su caso muestra la necesidad de diálogo sobre la seguridad en aplicaciones de citas y motivó a muchas personas a ser más cautas al compartir información personal y financiera con desconocidos.