Cuando una persona va a tomar una decisión que le puede modificar la vida para siempre, debe meditarlo de una forma especial, porque generalmente después es dificil volver para atrás, tal es el caso que le ocurrió a una joven trans en España.

El asunto es que Susana Domíguez, una chica trans que en 2014, cuando tenía 15 años, recibió la aprobación de su psicólogo para iniciar un tratamiento para cambiarse el sexo. Posteriormente, el sistema de Sanidad Pública de España le permitió extirparse el útero.

Ya con 21 años, en el año 2020, volvió a visitar a su psicólogo para convencerlo de que ambos se habían equivocado. Domínguez ahora aseguraba que no era un chico que había nacido en un cuerpo de mujer, como le había sugerido el médico.

Para Susana, lo que estaba atravesando a sus 15 años era más bien “depresión y un trastorno esquizoide”, que quisieron curarlo con hormonas y una operación, lo cual para ella fue una gran equivocación.

El reclamo de la joven

Domínguez le dijo al psicólogo que siempre había sido una mujer, pero con serios trastornos que nada tenían que ver con la transexualidad, según reportó el diario español El Mundo.

“Entonces el psicólogo me dijo: ‘Ya empezamos, ya empezamos’. ¡Parecía que le molestaran mis problemas...! Yo era una adolescente con problemas y él mi terapeuta”, contó Domínguez.

Lo cierto, es que la chica asegura estar viviendo ahora un verdadero infierno debido a que la consecuencia de esta situación es que le quitaron los pechos y su útero, además de recibir una alta cantidad de hormonas masculinas para modificar su cuerpo de manera irreversible.

Antes de la transición, Susana había intentado varias veces quitarse la vida al no poder encontrar una solución a los problemas emocionales que venía atravesando desde su adolescencia. Ella y su madre no se resignaron en su búsqueda de ayuda.

¿Un caso de espectro autista?

Tras sus indagaciones comenzaron a pensar que rasgos de un trastorno del espectro autista” podría haber sido ser la causa del malestar de Susana, algo que el psicólogo jamás advirtió, según publica El Mundo.

Resulta que ni el psicólogo, que trabajaba en el Servicio Gallego de Salud, ni una psiquiatra de la sanidad pública, que también fue consultada para iniciar el proceso del cambio de sexo, estudiaron los antecedentes genéticos de Susana.

Por el contrario, el psicólogo, en vez de recurrir a una evaluación científica, se limitó únicamente a trabajar en base al autodiagnóstico de Susana, quien estaba influenciada por foros de internet, reseñó El Mundo.

“Llorabas y me manipulaste. Me manipulaste llorando, pero yo ya sabía que el cambio de sexo no iba a hacerte sentir mejor”, le dijo el psicólogo a Susana, según narró la chica al medio español.

“No sólo eso. También fui a la primera psiquiatra, la que me remitió al psicólogo, dando por bueno que yo era trans. Ahora, años después, ella sólo dice: ‘Ay, pero si tú estabas muy segura, estabas muy segura’. Yo tenía 15 años. ¿Cómo me dejaron hacer eso? ¿Cómo podía estar segura de lo que quería?”, dijo Susana. “Y ahora, ¿qué hacemos? ¿Cómo se arregla esto?”, se cuestiona la madre.

Susana ahora no cuenta con aparato reproductor femenino ni masculino, y luego de someterse durante años al consumo de hormanas masculinas, deberá iniciar un nuevo proceso para tomar hormonas femeninas para intentar revertir, al menos parcialmente, el efecto logrado.

Susana y su familia han realizado una denuncia contra el Servicio Gallego de Salud por el diagnóstico sugerido por los médicos, que aconsejaron a la chica en el cambio de género y por la ausencia de acompañamiento durante la transición.

Este sería el primer caso de arrepentimiento en cuando a un cambio de género registrado en España. Los familiares buscan demandar al Estado por la deficiencia en su sistema de salud para orientar y proteger debidamente a los ciudadanos.