Este viernes, el presidente del tribunal de Aviñón, en Francia, autorizó la proyección de los videos y fotografías de las agresiones sexuales sufridas por Giséle Pelicot, quien solicitó que el material se mostrara durante el juicio. El cambio de decisión llega tras una deliberación que contrarresta la medida anterior, que prohibía la exhibición al público de estas imágenes.

El juicio, que comenzó el 2 de septiembre, enfrenta a 51 acusados, entre ellos el esposo de Pelicot, Dominique Pelicot, quien la drogaba y grababa los abusos a lo largo de una década. El material audiovisual fue clave para identificar a los demás involucrados, que enfrentan penas de hasta 20 años de prisión.

En un primer momento, el tribunal había permitido la exhibición de las imágenes a la prensa y al público en una sala separada, pero hace dos semanas revocó esta decisión, argumentando que las grabaciones eran de carácter "indecente y chocante"

Sin embargo, Giséle Pelicot, quien desde el inicio se opuso a un juicio a puertas cerradas, solicitó que el material se mantuviera disponible para todos. "La vergüenza debe cambiar de bando", había dicho la víctima.

Dominique Pelicot, esposo de Giséle, quien la drogaba y grababa los abusos 
Dominique Pelicot, esposo de Giséle, quien la drogaba y grababa los abusos 

“Victoria”, fue la palabra utilizada por los abogados de Pelicot, Stéphane Babonneau y Antoine Camus, para describir el fallo del tribunal. "Para Giséle, ya es demasiado tarde, el mal está hecho", expresó Babonneau, pero sostuvo que si la difusión de las imágenes "permite evitar que otras mujeres pasen por lo mismo, entonces encontrará un sentido a su sufrimiento”.

No obstante, la proyección de estos videos no será constante. El presidente del tribunal, Roger Arata, aclaró que las imágenes sólo serán exhibidas cuando se considere necesario para esclarecer los hechos o si alguna de las partes lo solicita. “La difusión no será sistemática”, confirmó el juez.

El abogado Olivier Lantelme, representante de uno de los acusados, se opuso firmemente a esta medida, afirmando que "la justicia no necesita esto. ¿Qué sentido tienen estas proyecciones nauseabundas? Tuvimos derecho a una proyección del primer caso. ¿No bastaba con una?”.

Por su parte, Antoine Camus, abogado de la víctima, enfatizó que los videos prueban que no se trataba de una "violación por accidente", sino de una práctica destinada a "degradar, humillar y expresar odio hacia las mujeres".