Un hombre asesinó a puñaladas a un niño de 11 años que jugaba al fútbol con otros chicos en un club de la localidad de Mocejón, en Toledo, España, en un dramático hecho que tiene en shock al país europeo.

El brutal ataque ocurrió mientras el niño estaba en un lateral de la cancha del club deportivo Ángel Tardío, donde la víctima fue asistida por el servicio de emergencias de Castilla, que lo trasladó en helicóptero a un centro de salud, donde los médicos no pudieron salvarle la vida. 

La Guardia Civil desplegó un amplio operativo en la zona para dar con el asesino, que sigue prófugo, y es intensamente buscado por las autoridades.

El club donde ocurrió el dramático hecho. 
El club donde ocurrió el dramático hecho. 

En primera instancia, los investigadores sospechaban que el agresor había escapado a bordo de un Ford Mondeo gris, pero esta hipótesis fue descartada en las últimas horas, según confirmó el periodista local Borja Méndez en una entrevista con "La Mirada Crítica".

Los vecinos de Mocejón coincidieron en señalar que el homicida debe conocer bien el pueblo, de acuerdo a lo informado por el medio "El Español". Las fuentes de la Guardia Civil apuntan a que el autor del crimen sería un joven de entre 17 y 22 años, quien llevaba la cara cubierta con un pañuelo en el momento del ataque.

El polideportivo Ángel Tardío suele cerrar los domingos, pero ese día estaba abierto debido a un torneo de pádel y las canchas de fútbol, donde tuvo lugar el crimen, se encuentran en una zona más alejada del complejo. El agresor podría haber entrado y salido por un hueco en el alambrado que rodea las instalaciones.

Una de las claves para avanzar en el caso, son las filmaciones de las cámaras de seguridad de un vecino, que habrían captado la huida del fugitivo. Sin embargo, hasta el momento, el juzgado de Instrucción N° 3 de Toledo no se pronunció oficialmente sobre los avances en la investigación.

Por su parte, la familia del menor expresó su dolor a través de su portavoz, Asell Sánchez. “Nadie entiende el motivo de este ataque. Podría haberle tocado a cualquiera de sus compañeros”, manifestó.

Sánchez también relató que el asesino se había acercado inicialmente a un grupo de chicos mayores, pero al no poder hacerles nada, se dirigió hacia los más pequeños. "Los chicos pensaban que era un juego. Como llegó con un pañuelo, creían que era una broma", explicó.