Un nuevo rescate de una barcaza de migrantes y refugiados africanos que se rompió en el medio del mar Mediterráneo terminó este miércoles con un bebe de 6 meses y cinco adultos muertos y más de 100 sobrevivientes, muchos de ellos en estado grave, según informó la organización humanitaria Open Arms.

El barco del Open Arms, uno de los pocos esfuerzos humanitarios que siguen patrullando el inmenso Mediterráneo central para evitar naufragios fatales ante la salida imparable de migrantes y refugiados desde el norte de África al sur de Europa, rescató a 263 personas en los últimos dos días.

En plena tarde, informó de otro naufragio. "Cedió el suelo de su patera, es lo que pasa cuando se les abandona en el mar", denunció el fundador de la ONG, Óscar Camps, citado por la agencia de noticias Europa Press.

La mayoría de los migrantes y refugiados que intentaban mantenerse a flote lograron sobrevivir, cinco fallecieron antes de poder ser subidos al barco humanitario y Joseph, un bebé que había nacido hace solo seis meses en Guinea Conakry, en el oeste de África, murió poco después de ser rescatado.

"No ha resistido hasta su evacuación urgente, que está activada y en marcha para evacuar los casos más graves. Cuánta rabia y dolor", lamentó la organización humanitario que informó que su equipo médico trabaja intensamente para estabilizar a los heridos más graves.

Las muertes de esta jornada se suman a los al menos 13 migrantes y refugiados desaparecidos en las últimas horas frente a las costas de Libia, país norafricano desde donde salen la mayoría de estas barcazas y gomones.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estimó que, en lo que va del año, al menos 527 personas han perdido la vida en la región del Mediterráneo central intentando alcanzar las costas del sur de Europa.

Uno de los principales puertos de llegada es Italia. El Ministerio del Interior de ese país estimó que casi 31.000 migrantes y refugiados lograron llegar al país este año, tres veces más que en el mismo periodo de 2019.